Sin ganar un partido desde el 20 septiembre de 2022. Con cinco derrotas consecutivas. Fuera de las 80 mejores. Así se marchó este martes Garbiñe Muguruza del Abierto de Australia, eliminada a la primera por Elise Mertens (3-6, 7-6, 6-1) en un partido que debería haber ganado: la española sacó para hacerse con el triunfo con 6-3, 6-5, pero fue incapaz de abrochar su saque y se deshizo como un azucarillo en agua. Así, perdió el segundo set en el desempate y en el tercero desapareció, consumida por los nervios y el cansancio provocado por los 33 grados de temperatura con los que se jugó el tramo final del cruce. 

“La derrota es dura”, reconoció Muguruza tras el encuentro. “He tenido la opción de cerrar el partido y no lo he hecho. Ahora me toca trabajar humildemente y pasar desapercibida para escalar otra vez. Creo que ha sido una mezcla de tensión y cansancio. Físicamente he notado un bajón. La verdad es que me están costando los momentos claves. Empiezo jugando bien y luego quizás no muestro el nivel más alto. Es necesario ser capaz de cerrar ese tipo de momentos con decisión”.

Muguruza venía de perder en su estreno en el primer torneo del año en Adelaida con Bianca Andreescu con un marcador de 6-0, 5-2 (0-6, 7-6, 6-1 acabó despidiéndose). Seguramente, lo que pasó allí hace unas semanas tuvo su peso en Melbourne cuando a la española le llegó el momento de dar un paso al frente y rematar una buena mañana, presidida por actitud notable. 

Antes de encogerse y desaparecer, Muguruza demostró desear la victoria. En consecuencia, la campeona de dos grandes no le perdió nunca la cara al partido, ni aunque muchas veces no encontró respaldo en sus golpes. A Garbiñe le dio igual: luchó con lo que tuvo, plantando cara a una rival a la que había superado siempre (2-0 en el cara a cara hasta hoy), y que seguramente se veía fuera del torneo, tan grande era la venaja de su contraria.

Ahora, en plena caída libre, a Muguruza le toca empezar casi desde el principio. Con 29 años, y después de haber estado en lo más alto (número uno) ganando títulos que marcan la diferencia (Roland Garros, Wimbledon), la española sabe que no podrá disputar muchos torneos con su ranking actual y que el circuito no espera a nadie. 

“Tendré que hacer un calendario adecuado con mi ranking”, avisó Muguruza. “Intentaré jugar los mejores torneos también pero cuando no pueda miraré otros de menor categoría y valoraré este tipo de torneos”.

Reaccionar ha dejado de ser una opción, ahora es una necesidad para seguir aspirando a todo.