Final precipitado para Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) en el Masters 1.000 de Canadá. El tenista español cayó a las primeras de cambios ante el estadounidense Tommy Paul. No era un rival de altura, pero el pupilo de Juan Carlos Ferrero cayó en el que seguramente fue su peor partido de todo 2022.

Nervioso y sin respuesta. Así se vio a Alcaraz en su debut en Montreal. Llegó a ir 4-1 arriba en el segundo set y hasta gozó de un punto de partido. No le hizo falta demasiado brillo para llegar hasta ahí. Pero luego de eso se vino abajo, incapaz de ofrecer réplica a un tenista que ocupa el puesto 34 del ranking ATP.

¿Qué le pasó a Alcaraz? Que la presión le pudo. En un ejercicio de autocrítica, Carlos reconoció que el aspecto mental le pasó factura: "Diría que ha sido la primera vez que no he podido lidiar con la presión. Ser el cabeza de serie número 2 del cuadro y el número 4 del mundo…", reflexionaba en la rueda de prensa posterior al partido.

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Alcaraz, que no hay que olvidar que todavía tiene 19 años, sucumbió ante las expectativas: "Era la primera vez que sentía esa presión y no he podido controlarla. Necesito entrenar y estar preparado para lidiar con esa presión. Tengo que aprender a hacerlo, es todo lo que puedo decir ahora", añadía.

El chico de El Palmar era consciente de que no había hecho un buen partido: "Ha sido una batalla contra mí mismo", admitía. "No he podido mostrar mi mejor nivel hoy aquí. En primeras rondas como esta, tienes que luchar contra tus oponentes y contra ti mismo. No ha sido sencillo lidiar con esos momentos en los que no estaba jugando a mi mejor nivel", señalaba.

El 4-1 desperdiciado

Alcaraz dio su visión sobre ese 4-1 de ventaja que desperdició en el segundo set: "Tuve mis oportunidades, como ese break de ventaja en el segundo o ese match point en el tiebreak, pero he cometido muchos errores. Él ha jugado muy bien en esos momentos duros y me ha restado bien todo el partido. Creo que todo ha sido una mezcla, yo no he jugado bien y él ha jugado genial".

"Ahora mismo estoy enfadado", se decía a sí mismo. Toca aprender laa lección: "También tuve mis opciones de romperle el saque en el inicio del tercer set. Estuve dominando esos puntos, pero tomé malas decisiones. Eso me ha frustrado. Sí que es cierto que, al final del partido, ha sido cuando he podido jugar mejor. Estoy enfadado de que no he podido sacar mi tenis en el resto del encuentro", concluía.