Garbiñe Muguruza empezó el partido igual que lo terminó: con el gesto torcido y la mirada perdida. El jueves, Alize Cornet despidió 6-3, 6-3 a la española y frenó de sopetón sus opciones al título del Abierto de Australia, al que llegaba como una de las grandes candidatas tras terminar 2021 por todo lo alto, convirtiéndose en maestra de maestras en las WTA Finals de Guadalajara. La derrota, sin embargo, dejó a la número tres fuera de combate demasiado pronto, con el torneo recién comenzado. 

“Ha sido un día complicado”, resumió Muguruza después del partido. “Ella ha jugado muy bien, más agresiva de lo habitual, y todo ha caído de su lado”, prosiguió la campeona de dos grandes. “Me habría gustado mejorar en la selección de mis golpes. He cometido muchos fallos, posiblemente por apresurarme. No he sabido elegir bien cómo jugar”, insistió Garbiñe. “Ahora voy a volver a casa a estar tranquila. Es un resultado malo, me voy muy rápido para las expectativas que tenía, pero tengo que mirar hacia delante. Duele mucho y hoy lo pasaré mal, aunque mañana ya planificaré qué voy a hacer”.

“Es que no se ha encontrado cómoda en ningún momento”, le siguió Anabel Medina, seleccionadora nacional y comentarista de Eurosport durante el Abierto de Australia. “Cornet ha jugado espectacular, atacando muy bien, sin errores. Eso le ha metido mucha presión a Muguruza, que no ha conseguido encontrar la manera de desbordar a la francesa”, continuó la valenciana. “Ha sido la suma de las dos cosas: Cornet ha estado prácticamente perfecta y Garbiñe lejos de su mejor nivel”.

En el último juego del encuentro, Muguruza cometió dos dobles faltas para cerrar el cruce con 33 errores no forzados. Fue el resumen de una mañana que nació torcida desde el arranque, con Cornet decidida a lanzarse a por la victoria con un puñado de golpes vibrantes, acertados y rebosantes de energía. La francesa, una competidora muy fiera, recorrió el camino hasta la victoria pilotando el partido en línea recta, sin dejar que Muguruza se procurase ni una sola bola de break. Impresionante actuación, merecida recompensa.

“Mi estado de ánimo ha sido perfecto, me sentía como si estuviera dentro de una burbuja”, dijo luego la 61 del mundo, que ahora domina por 3-2 el cara a cara con la española. “En dos días es mi cumpleaños, así que es el mejor regalo posible que puedo hacerme”.

La derrota pone fin a un mes muy agitado para Muguruza. La española tenía previsto iniciar su año en Adelaida, pero todo su equipo dio positivo en covid-19 antes de viajar y Garbiñe varió los planes, cambiando ese torneo por otro. Así, la tenista viajó sola a Sídney e inició sin nadie la preparación para esa cita (cayó ante la rusa Kasatkina en cuartos de final) mientras los suyos iban incorporándose poco a poco. Eso, claro, complicó toda la puesta a punto para el Abierto de Australia.

“Ha sido un mes muy estresante por distintas razones”, confesó Muguruza. “Estuvimos como 15 días separados. Ha sido difícil mantener los entrenamientos y la preparación”, lamentó la número tres. “Pude jugar en Sídney para intentar coger carrerilla, pero aquí se ha acumulado un poco el desorden que estamos pasando todos con el virus… Hay que calmarse, volver a entrenar bien y pensar en los próximos objetivos”.