El US Open vio nacer algo más que una estrella del tenis este 2021. Emma Raducanu se convirtió en la primera mujer británica en ganar un Grand Slam en 44 años y eso significa mucho. La chica que decía que con el premio del US Open podría comprarse unos AirPods, ahora es el sueño de cualquier especialista en márketing para asociar su marca a una cara como la de la tenista de 18 años. Está lista para convertirse en una de las deportistas que más gana del mundo.

El mundo del deporte está acostumbrado a que sus grandes estrellas aparezcan como las caras visibles de las principales marcas. El del tenis es particularmente especial con los ejemplos de las hermanas Williams o Maria Sharapova como grandes referentes a la hora de compatibilizar la vida deportiva con ser imagen de publicidad. Es más, Raducanu trabaja con Max Eisenbud, el hombre que hizo de la rusa una auténtica máquina de billetes.

Cuesta todavía un poco más pensar que una niña de 18 años está preparada para todo esto. "Ella es una niña de mil millones de dólares, no hay duda de eso. Ella es el verdadero negocio. No es solo que juegue un tenis extraordinario, también es su origen, su origen étnico, su libertad de espíritu. A la gente también le encanta el hecho de que ella es vulnerable, pero se ríe de las presiones", explicaba Mark Borkowski, un experto en relaciones públicas en The Guardian este año. Todo se está confirmando.

Emma Raducanu, con un vestido de Dior EFE

Raducanu es todo un reclamo publicitario que está comenzando a hacer una fortuna desde muy joven. Después de Tiffany and Co. y Aston Martin, esta vez ha sido Dior quien la ha nombrado nueva embajadora. Su nombre a partir de ahora aparece junto a Bella Hadid, Rihanna, Natalia Portman, Jennifer Lawrence o Charlize Theron como imagen de 'La Maison'. Pero esto es solo el comienzo de una carrera algo más que portentosa tanto dentro como fuera de las canchas.

Un reclamo

Su combinación exótica al tener ascendencia asiática y de Europa del Este a la vez, habiendo nacido en Canadá pero eligiendo la nacionalidad británica, es un factor clave para captar la atención. La tenista más joven en ganar un Grand Slam desde Sharapova en 2004 dice que no ha mirado su cuenta bancaria para ver el dinero que tiene en ella: "Realmente no pienso en el lado del dinero, simplemente me encanta competir". Es otro aspecto de su personalidad que encandila a las marcas.

Emma estaba recibiendo sus habituales clases en el Newstead Wood School, el centro al que pertenece y en el que se está formando para tener una preparación académica más allá de su carrera profesional, hace dos días prácticamente y ahora acapara todos los focos. Ahora cuenta con acuerdos profesionales con Nike y Wilson, a los que se han agregado Tiffany's, cuyo contrato se dice que tiene siete cifras, y Aston Martin, la marca de coches británica por excelencia.

Emma Raducanu entrenando con la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton REUTERS

Está lidiando a la vez con la presión de todo un país que busca un ídolo desesperadamente tanto en el cuadro masculino como en el femenino. Mientras se ha convertido en la referencia de todo Reino Unido, también se gana a Asia al hablar un mandarín fluído ya que su madre es China. También tiene capacidad para hablar en el idioma de su padre, el rumano. Ese carisma puede ser vital para llenar el vacío que ha dejado Andy Murray.

Polémica

Pero también le rodea la polémica después de decidir prescindir del entrenador que le había acompañado en su gran éxito en el US Open. Andrew Richardson dirigió a Raducanu durante dos años en las categorías juveniles, pero ella explicó que necesitaba a alguien acostumbrado a la élite. "Estoy buscando a alguien que haya estado en este nivel y que sepa lo que se requiere (...) Soy nueva en esto y realmente necesito alguien que me guíe y que haya pasado por ello", exponía.

Emma Raducanu, durante un partido de Wimbledon REUTERS

Han pasado varios entrenadores por sus manos desde entonces y sigue sin decidirse.  Esto le ha causado las primeras críticas, y es que desde su éxito en el Grand Slam no ha conseguido buenos resultados. Creen que hay un punto de soberbia en todo esto, aunque en realidad es la búsqueda de la excelencia lo que está llevando a la joven tenista a tomar esta decisión. El objetivo es empezar la temporada 2022 con el técnico adecuado.

Raducanu es una tenista que ha pasado de perder en torneos Challenger a dar un salto de nivel fuera de lo que se había visto hasta ahora. También lo está siendo en los negocios, donde se ha convertido en la nueva gallina de los huevos de oro. El objetivo estará en que una niña de 18 años no se convierta rápidamente en un juguete roto con toda la presión que está aguantando del mundo. De momento, lo que no deja de crecer es su cuenta corriente.

[Más información: Emma Raducanu, la nueva niña prodigio del tenis: de la escuela a hacer historia en Wimbledon]

Noticias relacionadas