Rafael Nadal protagonizó uno de los momentos de la jornada del jueves del Abierto de Australia, y no solo por su victoria ante el argentino Federerico Delbonis que le catapultó a la tercera ronda, sino porque durante el encuentro propinó un pelotazo a una de las recogepelotas que se encontraba de pie cerca de la red.

"Me he asustado porque tenía un gran golpe. La bola venía muy fuerte porque era un resto que le tienes que sumar la velocidad del servicio. Ha sido una fenómeno porque ha estado muy entera, y la bola le ha ido directa a la cabeza", relató luego Nadal tras su victoria y a pie de pista, comentando esa jugada que se produjo al responder un saque del argentino, cuando disparó su derecha.

Nadal no se ha olvidado de la niña y un día después ha querido asegurarse que estaba bien. El tenista español estuvo con ella durante alrededor de 20 minutos en la terraza del centro de tenis de la Federación australiana. Fue después de que el de Manacor terminara el entrenamiento previo a su partido de tercera ronda contra Pablo Carreño.

Anita, como se llama la niña, estuvo con sus padres y su hermano Mark. Nadal se portó de diez con ella y compartió más tarde un selfie de los dos en sus redes sociales: "Muy contento de que Anita esté bien". El número uno volvió a demostrar por qué también lo es más allá de las canchas. Además, le regaló una de sus gorras para recordar siempre este momento.

[Más información: Por qué Nadal es el número uno: su beso a una recogepelotas tras darle un fuerte bolazo]

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