Roger Federer se toma el tenis de otra forma. Gracias a su mujer y sus hijos, el suizo tiene una manera de asimilar los partidos perdidos. Así lo confesó en la revista Schweizer Illustrierte, reconociendo que ahora se olvida rápidamente de "una derrota particularmente amarga".

El tenista manifestó que le dura media hora y es llegar a casa y es como "si el partido nunca hubiera sucedido". Además, habló sobre sus tres niñas y dos niños: "Ellas tiran más por la natación, la equitación y el golf, mientras que ellos están interesados en tenis y fútbol".

"En ocasiones llego a casa después de perder un partido y mis hijos quieren saber si estoy bien. Me preguntan: '¿Por qué perdiste? ¿El otro era tan bueno? La próxima vez tienes que ganar. En otras ocasiones, después de una victoria, mis hijas me dicen: 'Bueno, pero ven a jugar a Lego", indicó.

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También hubo palabras de agradecimiento hacia su mujer, afirmando que "dicen que siempre hay una mujer detrás de un hombre de éxito" y Federer es "el ejemplo perfecto" de ello. "Mirka me ha ayudado a tener más estabilidad. Puedo llevar una vida normal. No me quejo. En Suiza la gente es, por naturaleza, muy discreta y eso es algo que ayuda mucho", concluyó.

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