Rafael Nadal intentará jugar la Copa de Maestros, que reunirá a los ocho mejores jugadores del año del 10 al 17 de noviembre en el O2 Arena de Londres. Esa fue la decisión que tomó el español junto a su equipo tras analizar los resultados de la resonancia a la que se sometió el lunes, y que mostró una distensión en el recto abdominal derecho que le obligó a retirarse del último Masters 1000 del curso. El campeón de 19 grandes, que el pasado sábado no saltó a jugar las semifinales de París-Bercy tras sentir “algo” en ese abdominal durante el calentamiento previo al partido ante Denis Shapovalov, intentará seguir con su calendario normal: primero, la Copa de Maestros; luego, si todo va bien, la Copa Davis en Madrid.

“El abdominal es una patología de nuestro deporte, la conocemos perfectamente y la tenemos bien estudiada”, explicó Ángel Ruiz Cotorro, médico del jugador. “Como la conocemos, sabemos que debemos tener cuidado, controlarlo todo y ver si los tiempos son los adecuados. Si fuese una lesión más importante que una distensión no podríamos ni planteárnoslo”, prosiguió. “Soy optimista, pero en este caso lo soy porque Rafa se puede plantear la posibilidad de jugar en Londres. Hace tres días no teníamos los suficientes elementos de juicio para poder tomar esta decisión, pero ahora sí porque es una distensión y no una rotura. Esta lesión le permite jugar por abajo de forma absolutamente normal. Es solo en el saque y en el smash donde hay que hacer una readaptación progresiva”.

Descartada una rotura tras las pruebas que se realizó en Mallorca, Nadal viajará el miércoles a Londres mientras sigue sometiéndose a un tratamiento específico en la zona y empezará a entrenar en el O2 a partir de mañana mismo. Así, y en función de la evolución del abdominal, desde el jueves o el viernes iniciará una adaptación progresiva a su servicio con un objetivo claro: poder estar listo para jugar en la Copa de Maestros.

“Cuando hay una distensión se forma una contractura, que es lo que ocurrió en París”, aseguró Cotorro. “Hay que tratar toda la zona con medidas antiinflamatorias de tipo local, termoterapia profunda con Indiba, que funciona bien, y todo el trabajo manual y de adaptación que tendrá que hacer con Rafael Maymò, su fisioterapeuta”, continuó el médico. “Y la parte más importante es la readaptación al servicio. Tenemos que buscar el día para iniciarla de forma muy progresiva, pero cuando vas a intentarlo es porque tienes las posibilidades de poder jugar. Hay lesiones que directamente no te permiten tomar esta decisión. Si la evolución es satisfactoria tenemos la posibilidad de poder estar en condiciones”, insistió. “Si puede estar en Londres, y la evolución es favorable, también podrá acudir a la Davis”.

Pendiente del abdominal, el español llegará a Londres como número uno mundial tras desplazar ayer a Djokovic de la cima de la clasificación. El mallorquín, sin embargo, no tiene asegurada esa posición a final de año, que es el logro que ambos tenistas persiguen. Para conseguir retener la primera plaza del ranking hasta 2020, Nadal necesita llegar a las semifinales si quiere asegurarse el puesto, sin estar pendiente de lo que haga el serbio.

Para ponerse a pensar en eso, en cualquier caso, queda mucho: a Nadal ahora le preocupa trabajar en su recuperación para que cuando llegue el momento de volver a sacar pueda hacerlo sin limitaciones ni riesgos que conviertan la distensión en algo mucho peor.