Kyrgios ha disputado su partido de segunda ronda en el Master 1000 de Cincinnati y ha acabado perdiendo ante el ruso Karen Khachanov por un 6-7, 7-6 y 6-2. Pero la parte más comentada del partido se encuentra en lo extradeportivo, ya que el australiano volvió a tener uno de sus típicos comportamientos, aunque esta vez puede ser de las peores.

El tenista australiano destaca por sus particulares actuaciones tanto dentro como fuera de la pista y, en muchas ocasiones, es criticado y sancionado por su actitud frente a los árbitros. Durante el encuentro, Kyrgios solicitó ir al baño y en realidad se fue a destrozar dos raquetas contra el suelo del vestuario, pero ahí no acabó todo.

Lo peor estaba por llegar al final del encuentro cuando el australiano siguió protestando y acabó escupiendo en dirección al árbitro tras dar la mano a su oponente, mostrando una de sus peores caras hasta el momento. Esta conducta, que podría ser de las peores imágenes que ha protagonizado el de Canberra podría costarle una dura sanción por parte de la ATP.

Continúa haciendo de las suyas

Además, no sería la primera vez en ser sancionado, ya que la última escena de este tipo que había protagonizado fue en la primera ronda del Masters 1000 de Montreal debido a una toalla que había pedido el tenista. Por otra parte, durante el mes de agosto ya había mostrado un comportamiento lamentable lanzando un botellazo al árbitro en el Torneo de Washington y poniendo una excusa absurda.

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