Ya en 2009, en el mismo Grand Slam, Serena Williams amenazó de muerte a una juez de línea, lo que le costó el punto decisivo en la semifinal en la que cayó ante la belga Kim Clijsters (6-4, 7-5). La que fuera número uno del tenis mundial, entró en cólera después de que se le señalase falta de pie en una de sus acciones. Serena Williams apuntó con su raqueta a Louise Engzell diciendo: "Te voy a matar".

Mariana Alves es otra juez de línea que ha tenido sus más y sus menos con Serena en el US Open. Fue en 2004, cuando ésta cayó eliminada por Jennifer Capriati en un partido que fue muy criticado por los medios americanos. Se cantaron hasta cuatro bolas fuera contra la estadounidense que sí habían entrado. Pese a qué Williams habló de modo irónico de conspiración en su contra, Mariana Alves, no volvió a trabajar en ningún otro partido del campeonato.

Su incidente más reciente en el US Open data de 2011 en un encuentro en el que se midió a Samantha Stosur. Entonces Serena Williams tuvo que pagar dos mil dólares a Eva Asderaki por abuso verbal. La estadounidense pidió a la juez de silla que no le volviera ni a mirar. La tenista reaccionaba así después de que se le diera por mala una bola que se fue fuera y que ella había celebrado antes de tiempo.

Su explicación sobre el último incidente

En la última final del US Open, Carlos Ramos le dio a Williams tres violaciones en el segundo set: la primera una advertencia sobre el entrenamiento; el segundo es un punto de penalización por romper su raqueta; y la tercera una pena de juego por abuso verbal después de que ésta lo llamara "ladrón".

"Me quitó un punto después de que alegaba que estaba haciendo trampa, y yo no estaba haciendo trampa. Tuve una buena conversación con él y la misma le explique que me conoce y no soy el tipo de persona que hago trampa porque antes prefiero perder", explicó Williams. "Luego cuando me senté hasta admití que pudo parecer que recibí entrenamiento, pero no lo vi".

Williams reconoció que no sabía si cambiaría las cosas que hizo si tuviese la oportunidad de rectificar. "Definitivamente no puedes retroceder en el tiempo", comentó Williams. "No puedo sentarme aquí y decir que no diría que es un ladrón porque pensé que me había quitado un juego".

Serena Williams durante la final del US Open. EFE

La menor de las hermanas Williams recordó que los tenistas se pasan todo el tiempo protestando y diciendo malas palabras sin que al final reciban  "He visto a otros hombres llamar a otros árbitros varias cosas. Estoy aquí luchando por los derechos de las mujeres y por la igualdad de las mujeres y por todo tipo de cosas", defendió Williams. "Creo que el quitarme un juego por ser mujer cuando le dije 'ladrón' es algo sexista. Nunca le quitó un juego a un hombre porque dijeron 'ladrón'".

Luego Williams argumentó que su protesta podría servir de ejemplo para las personas que tengas emociones y quieran expresarlas con total libertad. "Siento que el haber pasado por esta experiencia es solo un ejemplo para la siguiente persona que tiene emociones, quiere expresarse y desea ser una mujer fuerte. Se les permitirá hacerlo por lo de hoy. Tal vez no funcionó para mí, pero va a funcionar para la próxima persona", subrayó Williams.

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