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El joven nadador Luca Hoek (San Pedro de Ribas, 2008) ha emergido con fuerza en el Mundial de natación de Singapur, donde en su primera gran competición absoluta ha rebajado en dos ocasiones el récord nacional de 100 libre, consolidándose como la gran esperanza de la velocidad española.

Explosivo y sin fallos, su rendimiento ha maravillado al público. Destacó Hoek que al ver la piscina llena y "con toda la gente gritando" sintió que su mejor versión salió a relucir, impulsado por un ambiente entregado.

El nadador aseguró, tras una jornada —la de este miércoles— que jamás olvidará, que "cuando he entrado a la piscina y he visto a tanta gente gritando, como que me ha animado, pero a la vez estaba con cero nervios". El inicio de algo grande.

En las semifinales del 100 libre, Hoek rebajó en 19 centésimas la plusmarca nacional que él mismo había establecido en las series, nadando en 48.04 segundos, un hito que confirma su progresión tras coronarse campeón europeo júnior en junio.

Hoek reconoció: "Me he quedado a las puertas del 47, pero estoy muy contento", mostrando satisfacción por su explosivo paso en los primeros 50 metros y el control que ejerció durante buena parte de la prueba.

A pesar de su impresionante primer tramo, no pudo seguir el ritmo de figuras como Zhanle Pan y Kyle Chalmers. Un último esfuerzo exigente le dejó a sólo 40 centésimas de Guilherme Caribé, quien cerró plaza en la final con 47.64.

Este ha sido el debut de Hoek en un gran evento internacional absoluto, un paso relevante tras su fortaleza en categoría júnior y sus múltiples récords nacionales que anticipan un futuro brillante en la velocidad.

Luca Hoek, al fondo, en plena competición RFEN

Fue el seleccionador nacional, Ben Titley quien confió en él tras reclutarlo hace dos años, cuando decidió abandonar la tradición francesa y adoptar la española. Desde entonces entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat para pulir su técnica y potencia.

La disputa por su nacionalidad entre Francia y España se resolvió a favor de la federación española, que ofreció comodidades logísticas y un proyecto de velocidad liderado por Titley, evitando viajes constantes a Francia y aprovechando sus raíces catalanas.

De padre neerlandés y madre francesa, pero nacido en San Pedro de Ribas a cinco kilómetros de Sitges, Hoek creció en esa localidad barcelonesa donde inició su vínculo con la natación.

A los tres años aprendió a nadar como actividad extraescolar y, a los nueve, tras ser descubierto por Emilio Huete, pasó a formar parte del Club Natació Sitges, consolidando una base sólida en su desarrollo deportivo.

Además de la piscina, practicó balonmano, esgrima y rugby siendo pequeño; a diferencia de tantos niños, ha admitido en alguna ocasión no sentirse atraído por el fútbol, disciplina que nunca despertó su interés.

Entre sus referentes destaca a David Popovici, apuntando que se identifica con su físico esbelto y su estilo de nado, especialmente en la distancia de 100, donde ambos comparten ahora proyección mundial.

Luca Hoek RFEN

Titley, extécnico de estrellas como Summer McIntosh, Kylie Masse y Penny Oleksiak, lo incluyó en concentraciones del equipo nacional junto a Mireia Belmonte y Hugo González, integrándolo de lleno en el proyecto español.

Hoek, que cursa segundo de Bachillerato, no se moverá del CAR durante este ciclo olímpico, posponiendo cualquier proyecto universitario en Estados Unidos hasta finalizar su etapa con Titley.

Su irrupción pública se consolidó en los trials de junio, donde selló su pase al Mundial de Singapur, y en el Europeo Júnior, donde obtuvo dos oros en 100 libre y 4x100 mixto, además de dos bronces en 50 libre y 4x100 estilos.

En ese relevo mixto 4x100 libre firmó un primer tramo de 48.14, ya por debajo del récord absoluto de España de Sergio de Celis, aunque la marca no fue homologada al producirse en una prueba mixta.

Horas después volvió a batir el récord nacional con un 48.25, y también pulverizó el de los 50 libre, dejándolo en 21.99, borrando así la marca de Javier Noriega que databa de 2009.

LA 2028, entre ceja y ceja

Aún queda por disfrutar su participación en el relevo 4x100 libre masculino, último gran reto de Hoek en estos Mundiales antes de centrar su atención en la preparación del ciclo olímpico.

Hoek siempre ha mantenido que lo primordial en este momento es ganar experiencia y aprender, en una cita como esta de Singapur, apuntando a los Juegos Olímpicos de 2028 con mayor confianza. Tras su papel individual, aspirar a algo más en el relevo 4x100 libre —como poco llegar a la final— parece ser un objetivo alcanzable.

Luca Hoek RFEN

Su meta a largo plazo es disputar una final olímpica en LA 2028 y luchar por una buena posición, sin conformarse con una única presencia, sino con la ambición de pelear por las plazas de honor.

Con la vista puesta en Los Ángeles, Hoek confía en que la experiencia que está adquiriendo en Singapur le ayude a evolucionar hasta situarse entre los mejores velocistas del planeta y pelear en medallas. El futuro es, cuanto menos, prometedor.