El deporte está en un constante cambio. Ascienden los eSports, disciplinas como el surf, el skate o el breakdance son cada vez más populares. Mientras que otros como las artes marciales mixtas (MMA) o el wrestling se han convertido en auténticos fenómenos sociales.

El camino ha sido largo para deportes como estos. Y aún lo es más para las mujeres que optaron por hacer historia en cada una de estas disciplinas. En lo que se refiere al wrestling, nombres como Becky Lynch, Ronda Rousey o Charlotte Flair son solo algunas de las figuras que destacan en este apartado.

Ahora las mujeres en la WWE y en la lucha libre en general son auténticas estrellas. Pero no siempre fue así. Esto ha quedado confirmado con el audiolibro Fighted Up: A Childhood in Berlin, a Love for wrestling. Los hermanos Chaer (Ahmed y Hussen) hablan sobre esta espectacular disciplina y también han contado en Bild algunos entresijos.

Ahmed Chaer ha explicado cómo fueron esos inicios en el 'mundillo' de la lucha libre para las mujeres. Así ha confirmado que el ambiente "era muy malo en ese entonces". Desde ser "obligadas" a cambiarse junto a ellos hasta ser "manoseadas entre bastidores". Incluso ha confirmado que su propio hermano "tuvo que intervenir" en una ocasión cuando otro luchador "golpeó gravemente" a una de sus compañeras.

Situaciones intolerables

En la citada entrevista, el luchador ha hablado así sobre el inicio de las mujeres en el wrestling: "Sí, era muy malo en ese entonces. Cuando las primeras mujeres vinieron a entrenar, nosotros mismos nos abrumamos. No hubo oponentes. Así que solo tenían que entrenar con los hombres. Llevamos a nuestras chicas de gira y experimentamos cosas difíciles. Muchas de las mujeres fueron manoseadas entre bastidores y obligadas a cambiarse con los hombres".

Además, ha recordado algunos incidentes que vivió en primera persona: "Mi hermano también tuvo que intervenir una vez cuando un luchador golpeó gravemente a una de nuestras luchadoras. Llegó tan lejos que los hombres pasaban el rato frente a los vestuarios de mujeres y trataban de mirar hacia adentro. Malo. También hubo incidentes frecuentes entre luchadoras y seguidores. Estas a menudo no fueron bien tratados. Un mal momento".

Un punto de inflexión para las mujeres en este mundo llegó desde Estados Unidos. Allí comenzaron a ganar protagonismo, aunque también ha recordado que su papel en la Ultimate Fighting Championship (UFC) ha sido clave para acabar de romper algunas barreras.

"A medida que las mujeres en los EE. UU. comenzaron a obtener más y más coincidencias reales, no solo coincidencias de sujetador y bragas. El éxito de las mujeres en UFC también ha contribuido mucho. En 2020 se produjo el golpe final con la iniciativa #SpeakOut. Muchas mujeres compartieron sus historias negativas y expusieron los últimos restos de la vieja mentalidad que aún existía", ha señalado.

SpeakOut

Fue en el año 2020 cuando el movimiento #SpeakOut (que puede traducirse como 'atreviéndose a hablar') en las redes sociales significó un movimiento de cambio y de denuncia para las profesionales. Así comenzaron a salir a la luz decenas de denuncias de acoso, abusos, agresiones y también de prácticas de coerción sexual. Estos lamentables hechos se produjeron por parte de los propios luchadores de compañías independientes y también del coloso que es la WWE.

Desde Reino Unido a Estados Unidos, pasando por Chile. Los luchadores fueron señalados y las compañías llegaron a tomar medidas ejemplares contra ellos. Si se demostraba acoso o agresión a una mujer, quedaba indefinidamente suspendido. Incluso David Lagana, vicepresidente de la WNA estuvo entre los acusados. Y, por este motivo, puso su renuncia sobre la mesa.

La luchadora brasileña Tay Conti llegó a decir por aquel entonces que muchos intentaban hacer ver que la culpa era de ellas: "Te harán sentir que es tu culpa, que estabas buscando el abuso, que es por las ropas que llevabas, las fotos que subías a tus redes, tu forma de hablar, tu nacionalidad". Parece que todo esto es cosa del pasado y que ahora las luchadoras tienen voz, pero, sobre todo, tienen el respeto.

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