Alana McLaughlin quiere hacer historia en la MMA. Y va camino de ello. Esta norteamericana de 38 años es la segunda luchadora abiertamente transgénero que compite en esta disciplina y ha debutado con victoria en un combate ante Celine Provost. En 2010 comenzó su transición tras dejar las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense y una década después quiere escribir su nombre en el octágono.

La pelea fue organizada por Combate Global, una empresa latina de referencia en la organización de eventos MMA y que ha logrado que su lucha dé la vuelta al mundo gracias a la repercusión de McLaughlin. El combate se celebró en Florida y acabó con victoria de McLaughlin, pero las dificultades para poder llevarlo a cabo no fueron pocas.

La estadounidense llevaba preparándose un año para realizar su debut. Sin embargo, se encontró con un escenario más complicado de lo habitual. Como cualquier atleta transgénero, tuvo que pasar numerosos controles hormonales para comprobar que podía participar en categoría femenina. Y, una vez que cumplía con todos los requisitos, vio que nadie aceptaba un combate contra ella.

Provost fue quien acabó con lo que ella ha definido como una "pesadilla". No encontraba una luchadora que se atreviera a participar en el combate, previsiblemente por su condición de mujer transgénero. Por ello, tras celebrarse su debut, ha tenido palabras de agradecimientos hacia su rival de 35 años.

McLaughlin se llevó la victoria con un estrangulamiento por la espalda tras algo más de tres minutos. Y, con todas las cámaras delante, aprovechó la ocasión para reivindicar su condición. La estadounidense se puso una camiseta con el mensaje "end trans genocide", "acabar con el genocidio trans" en español, y ya ha dado la vuelta al mundo. 

La luchadora de 38 años es consciente de lo que puede representar. Por ello, ha pedido tener más visibilidad. "Si queremos ver más atletas trans, si queremos ver más oportunidades para los niños trans, vamos a tener que abrirnos camino en esos espacios y hacerlo realidad", aseguró en declaraciones recogidas por Outsports. "Es hora de que las personas trans estén en el deporte y sean más normalizadas".

Casos como el suyo no son habituales. De hecho, la última trans en competir en MMA fue Fallon Fox, que logró su último triunfo en 2014. McLaughlin quiere seguir su estela y hacer historia. Algo que, por el momento, ya ha comenzado a hacer con este debut con victoria.

Llegó a estar en Afganistán

Alana McLaughlin comenzó su transición en 2010. En varias entrevistas en Estados Unidos ha reconocido que fue tan duro como los procesos para alistarse en el Ejército. Algo que bien conoce ella, pues antes de comenzar con su cambio llegó a acudir a Afganistán con las Fuerzas Especiales. McLaughlin entró con el programa 18XRAY, que incluye procesos de entrevistas, pruebas físicas y psicológicas de gran dificultad. Más de diez años después, Alana McLaughlin inicia una nueva carrera que seguro no será sencilla.

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