La atleta catalana Esther Guerrero, de 30 años, rebajó este martes en Olot, en la provincia de Girona, el récord de España de los 2.000 metros en más de siete segundos, con un tiempo final de 5:41.30.

La corredora de Banyoles, la actual campeona de España en 1.500 metros, tanto en pista cubierta como al aire libre, pulverizó la anterior plusmarca, que estaba en manos de Julia Vaquero desde el 1996 (5:47.81) y que era uno de los récords más longevos del atletismo español.

Guerrero, que participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en los 800 metros, batió el récord en una de las primeras pruebas tras el confinamiento y en el estadio de atletismo Tussols-Basil de Olot, donde se entrena habitualmente desde el 2015 y donde se ha "construido como atleta".

Justo después de establecer la nueva plusmarca, Guerrero, reconoció, en declaraciones a EFE, que sabía que podía batir el récord, pero no se lo esperaba, "para nada, hacerlo por siete segundos".

"Me he encontrado fantásticamente bien. Ha sido fantástico. Estoy superemocionada y muy, muy, feliz", añadió la atleta catalana. "Es una lástima que no tengamos competiciones internacionales porque estoy muy bien y porque el confinamiento me cogió en el mejor momento de mi carrera", agregó. "Espero que puedan celebrarse los Juegos Olímpicos de Tokio, que son mi gran objetivo", precisó.

Esperanza para Tokio

Antes de conseguir este reto para el que llevaba un tiempo entrenándose, la catalana estaba teniendo una muy buena temporada. Tanto es así que todo fue recompensado con estar entre las tres mejores atletas de la temporada para la Real Federación Española de Atletismo. Comparte gloria con Ana Peleteiro y la marchadora María García.

Aún mantiene la mejor marca de España Absoluta de 600 metros en pista cubierta, récord que consiguió en 2016 con 1:30:08. Su carrera ya tenía grandes logros con los tres campeonatos de España de 800 metros al aire libre y los cuatro en pista cubierta. Amplió la distancia a 1.500 metros en 2019 y se hizo con el triunfo nacional ese año tanto outdoor como indoor, este último lo revalidó en 2020.

Después de su experiencia en Río, espera mejorar su participación en Tokio. Le pillará un año mayor, pero también con 365 días más de preparación en esta distancia que ya ha demostrado que domina. Si sigue por este camino, pensar en que se puede meter en la final del 1.500 es un sueño que cada vez se ve más posible.

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