Con el dudoso argumento de que el atropello sufrido anoche por el español Orlando Ortega en la final de 110 m vallas del Mundial de Doha "no es infrecuente" en esta disciplina, el Jurado de Apelación avaló una injusticia que echa por tierra el sacrificio de un atleta durante todo un año.



Después de revisar las circunstancias de la carrera, el Jurado "reconoció que el atleta español había sido obstaculizado pero concluyó, no obstante, que este tipo de incidente no es infrecuente en pruebas de vallas".



De la resolución se desprende que si ese tipo de atropellos ocurrieran sólo de vez en cuando, entonces sí se procedería a reparar la injusticia. O lo que es igual, la injusticia tiene cabida en el atletismo siempre que sea frecuente.

Orlando Ortega, en el Mundial de Atletismo 2019 Reuters

Mismo caso, distinta resolución

Las dos resoluciones fueron publicadas con un minuto de diferencia pero, mientras el Jurado denegaba a España la petición de que Ortega fuera galardonado con la medalla de bronce, de acuerdo con la posición que ocupaba cuando McLeod se metió en su camino, al polaco le concedía una medalla de bronce extra.



En el caso de la final de martillo, el Jurado, tras examinar el vídeo, comprobó que el primer lanzamiento del húngaro Bence Halasz, el que precisamente le dio la medalla de bronce, había sido nulo, y que Nowicki debía ser recompensado con otro bronce adicional.No le quita la presea al francés. El Jurado considera que Halasz, al saberse en el podio desde el principio, "eso influyó en su forma de afrontar el resto de sus intentos".



La polémica en torneo a la final de vallas ha estallado en las redes sociales y las opiniones se dividen entre quienes exigen la reparación de una injusticia evidente y los que admiten el incidente como parte intrínseca de la disciplina y lo consideran una especie de catástrofe natural ineluctable.

El reglamento es claro

El reglamento de competición de la IAAF, en su artículo 163.2 b) establece claramente la posibilidad de repetir la carrera:



b) Si otro atleta es considerado responsable del empujón o de la obstrucción por el Juez Árbitro, dicho atleta (o su equipo en caso de relevos) estará sujeto a descalificación de esta prueba. El Juez Arbitro, si estima que un atleta ha sido seriamente perjudicado, puede ordenar que la carrera se corra de nuevo excluyendo a cualquier atleta (o equipo) descalificado o puede permitir al atleta (o equipo) perjudicado (distinto de cualquier atleta o equipo descalificado) participar en una ronda posterior de la prueba.



En caliente, Ortega ha hablado de "robo" y de "estafa" para definir lo ocurrido. En la vida civil hasta el abogado más incompetente ganaría un caso tan evidente ante los tribunales. El mundo del atletismo es otra cosa.



Y como las resoluciones del Jurado de Apelación son inapelables, Ortega, por más que se desgañite, se queda con dos palmos de narices después de haber preparado intensamente los Mundiales durante todo el año. El daño es irreparable.

[Más información: Roban a Orlando Ortega la medalla en el Mundial: "Es una estafa, podía luchar por el oro"]

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