El atleta Mo Farah se ha visto envuelto en un gran altercado que ha tenido lugar en un hotel de Etiopía. El británico ha sido acusado de patear y golpear a un atleta y a su pareja en el gimnasio el pasado mes de marzo. Haile Gebrselassie, un compañero campeón olímpico, afirmó a Times que Farah atacó a la pareja y que él mismo evitó que fuera detenido por la policía.

Según informa el entrenador de Farah, Gary Lough, la disputa comenzó porque un hombre estaba copiando el programa de ejercicios de pesas del atleta, al que se le dijo que parase. Tras la advertencia, otro hombre se acercó al compañero de gimnasio de Farah, Bashir Abdi.

Lough reconoció que "parecía que iba a atacar a Bashir"."Mo fue a defender a Bashir y tuvieron un pequeño altercado. La esposa vino corriendo a Mo. Le dio la espalda y cuando se dio la vuelta la golpearon en el brazo. Fue puramente accidental", confesó. Asimismo, explicó que ella estaba recogiendo las mancuernas y amenazando con tirárselas y confirmó que Gebrselassie no estuvo presente durante el incidente del gimnasio.

Mo Farah celebra su victoria en la final de 10.000 metros. Reuters

La pareja compuesta por Sisay Tsegaye, un corredor de 10.000 metros, y su esposa Dagmawit Kibiru confesaron al Daily Mail que habían sido abordados por Farah y su séquito añadiendo que "en medio de eso, Mo le golpeó por detrás en el cuello". "Estaba enfadado y estalló una pelea", apuntó.

Sin embargo, todo este asunto comienza con la disputa entre Gebrselassie y Farah que tuvo sus inicios cuando éste afirmó en su conferencia de prensa del Maratón de Londres el pasado miércoles que le habían robado 2.600 libras esterlinas, un reloj Tag Heuer y dos teléfonos de su habitación de hotel el 23 de marzo, su cumpleaños. El atleta echó la culpa al personal y a Gebrselassie por no hacer lo suficiente para recuperar sus artículos.

"Ha destruido mi negocio"

De la misma manera, le envió un mensaje a Gebrselassie para advertirle que tenía la intención de hacerlo público: "Sepa que no soy responsable de lo que digo durante la conferencia de prensa y de la influencia que tendrá en su personalidad y en su negocio. Saludos de un amigo muy decepcionado, Sir Mo".

Gebrselassie desestimó la advertencia por chantaje: "Ha destruido mi negocio. No me importa mi nombre, pero me importa mi negocio. ¿Por qué chantajearme después de todo lo que hice por él? Hasta la semana pasada creía que éramos amigos".

"Dijo que la policía detuvo a cinco empleados durante tres semanas antes de liberarlos, lo que hizo imposible su vida laboral. Ni siquiera podía ir a mi propio hotel porque todos me estaban culpando", señaló.

[Más información en: El 'caso Semenya' llega a su fin: ¿injusticia o "la muerte del deporte femenino"?]

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