El Ironman de Hawái es una de las pruebas de resistencia más exigentes del mundo y el pasado domingo el alemán Patrick Lange hacía historia al parar cruzar la línea de meta en menos de ocho horas, estableciendo un nuevo récord en la competición. Aunque hubo otro atleta que pasó desapercibido y que merece más reconocimiento si cabe que Lange. Se trata de Hiromu Inada, un japonés que completó la difícil travesía a sus 86 años.

Si Patrick Lange fue el más rápido de la historia en Hawái, Inada se convirtió en el atleta más longevo en acabar el famoso triatlón. El deportista asiático necesitó casi dos horas para completar los 3,8 kilómetros a nado, otras ocho sobre la bicicleta para recorrer 180 más y puso la guinda con seis horas y media corriendo.

Inada prácticamente dobló el tiempo final del ganador en Kona y cruzó la línea de meta en penúltimo lugar y en menos de 17 horas, lo que le otorgó la medalla de 'finisher' que recibe cada uno de los participantes que culminan la prueba por debajo de esta marca. "La predicción es que llegaría después de las 17 horas, pero los últimos metros han sido increíbles. Estoy muy feliz, es un sueño cumplido. ¡Hasta el año que viene!", escribió el protagonista en las redes sociales.

Un comienzo tardío

Aunque Inada corrió el pasado domingo su séptimo Ironman de Hawái este japonés comenzó a competir a los 69 años de edad, algo que no le permitió seguir un régimen exigente de entrenamiento. 40 horas semanales, un día de descanso a la semana y 440 kilómetros entre las tres modalidades.

Una preparación espartana y una ambición digna de aplaudir: "El triatlón es especial porque me permite disfrutar de tres deportes. Aunque no hay nada como la sensación de ganar", confiesa el japonés. Todo un ejemplo y un nombre, el de Hiromu Inada, que lleva por bandera esa premisa de que la juventud no tiene edad.

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