Lidia Valentín (Camponayara, León, 1985) se ríe una vez. O dos. O tres. O cuatro. O las que hagan falta. Le gusta su vida y disfruta de su profesión: la halterofilia. No se queja ni se compara con nadie. Responde a las preguntas de EL ESPAÑOL al mismo ritmo que levanta pesas. Sin parar, concentrada, contenta y alegre. Lo hizo antes del Mundial de Houston, como vigente campeona de Europa. Sin dudar de sus posibilidades en los Juegos. O, mejor dicho, de que se colgaría una medalla, como ha sido. Así es ella, una chica optimista, que fue oro en Londres 2012 por el dopaje de sus rivales y que este viernes se ha hecho con el bronce. 

El objetivo son los Juegos, pero antes le toca competir en el Mundial. ¿Cómo ha preparado la cita?

Con muchas ganas e ilusión. Llegamos de entrenar en la República Dominicana, donde hemos pasado las dos semanas más importantes de la concentración, y con el objetivo de luchar por las plazas que dan acceso a los Juegos Olímpicos de Río.

¿Por qué se han concentrado en la República Dominicana y no en Houston?

Por cercanía. Es verdad que la idea inicial era hacer la preparación en Estados Unidos, pero el hospedaje era muy caro y se optó por la República Dominicana. La Federación visitó las instalaciones, estimó que cumplían los requisitos y además está a una hora y poco de Houston. En definitiva, por cuestiones económicas.

¿Llega muy presionada por ser la vigente campeona de Europa?

Presión no tengo ninguna. Creo que eso, lejos de ayudar, te puede bloquear. Pero tengo claro que va a ser un Mundial muy competitivo y que va a ser complicado. Hay que calcularlo y medirlo todo muy bien e intentar conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos. Y luego, por otra parte, me sirve para ver cuáles pueden ser mis rivales de cara a Río y cómo se encuentran.

Empezó a hacer Halterofilia con 11 años. ¿Ha tenido que adaptar su vida al deporte?

Me adapté desde el principio y desde que entré en la Residencia Blume con 15 años me he dedicado profesionalmente al deporte de élite. Y así sigo con bastantes buenos resultados.

¿Qué pensaron su familia y sus amigos cuando les dijo que se iba a dedicar a la Halterofilia?

Cuando empecé todo el mundo pensaba que era algo pasajero porque además yo hacía muchos otros deportes y mi madre pensaba que era simplemente uno más, pero poco a poco fui concentrando mis esfuerzos en la Halterofilia hasta convertirme en profesional.

¿Se ha perdido muchas cosas para llegar a ser deportista de élite?

No creo que me haya perdido nada en mi vida por ser deportista de élite, pero sí que he renunciado a determinadas cosas. A mí me da igual no tomar una cerveza o lo que sea con tal de cumplir mi objetivo. Pero es que me ha dado muchas alegrías mi deporte y, como digo, no creo que me haya perdido muchas cosas. He disfrutado los fines de semana haciendo otras cosas, como preparando los Juegos Olímpicos.

¿Qué dificultades le ha puesto la vida por practicar Halterofilia?

No he tenido ningún problema ni por hacer este deporte ni por ser mujer. Siempre nos han tratado igual a niños y niñas desde que comencé de pequeñita. Quizás en otras disciplinas no sea así. Pero en Halterofilia no hay discriminación y se cobra lo mismo si eres campeón independientemente de que sea en categoría femenina o masculina.

Pero quizá faltan mujeres en puestos directivos

Puede ser. Probablemente necesitaríamos más mujeres en altos cargos y estaría bien que nos involucráramos en las direcciones de alguna forma.

Aparte del deporte, ¿qué le importa a Lidia Valentín?

Me interesa la política porque afecta a mi país. Pero también otras muchas cosas. Por ejemplo, la lectura. Ahora mismo estoy con una novela (La sombra del viento) y un libro de autoayuda llamado ‘El poder del ahora’. Y además, escucho mucha música bastante a menudo. Pop y reggaeton para entrenar con compañeros y luego mucho rap para cuando lo hago sola.

¿No le da rabia que los medios la llamen sólo cada cuatro años?

Me da un poco igual. Soy consciente del deporte que hago y sé que no tenemos muchas estrellas. Pero yo hago Halterofilia porque me gusta y no porque se me reconozca.

Y ya la última. ¿Qué dejaría de hacer por colgarse el oro en un Mundial o unos Juegos?

En mi vida lo tengo todo muy controlado y, salvo dejar de respirar, lo he hecho todo para intentar ganar.

Noticias relacionadas