A Sonny Bill Williams muchos le han colgado el cartel del Jonah Lomu blanco. Muchos otros le han colgado el sambenito de jugador duro. Quizás porque cuando no juega con los All Blacks es campeón de los pesos pesado de Nueva Zelanda. Quizás por su estilo de juego. Lo que nadie ha pensado de él es lo que el mundo ha descubierto después de que los kiwis se proclamaran campeones del mundo de rugby en Twickenham.

La siempre contenida celebración de cualquier equipo de rugby no priva a los campeones de su baño de masas, de la vuelta de honor. En este caso a un templo como es la catedral del oval. Fue ahí donde, rodeado de sus compañeros, saludando a un estadio abarrotado, Sonny Bill Williams contempló a un miembro de la seguridad del estadio placar a espontaneo. Un joven delgaducho. Un fan que sólo quería acercarse a sus héreoes.

Y como dicen los virales de internet, nadie esperaba lo que sucedió después. Mejor véanlo:

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