Mugello

Llegó con fiebre y griposo a Mugello, una de las citas más importantes del año para Ducati y para él, después de haber cosechado en Le Mans su primer podio de la temporada. Danilo Petrucci, que se está jugando la renovación en el equipo oficial de la fábrica de Borgo Panigale, confesó nada más llegar al trazado de la Toscana que sería un sueño conseguir en Mugello su primera victoria en MotoGP. Un sueño que se ha hecho realidad cimentado en el esfuerzo y el trabajo para conservar su plaza en la marca italiana tras firmar por sólo una temporada. El piloto italiano se mudó el pasado invierno a Forlí, localidad en la que vive su compañero de equipo, para entrar junto a él y empaparse de su metodología de trabajo. Un esfuerzo que ha comenzado a dar sus frutos tras cosechar su primera victoria en la categoría reina en el Gran Premio de Italia, por delante de Marc Márquez y Andrea Dovizioso, su maestro. Un triunfo del que saca rédito el español, que amplía su ventaja al frente de la clasificación general a 12 puntos sobre el piloto número uno de Ducati y 27 sobre Álex Rins, que protagonizó una remontada estelar a las primeras de cambio.

Fue Márquez el que tomó la delantera al afrontar la primera curva, seguido de Cal Crutchlow y Dovizioso, mientras que Petrucci se quedó algo más rezagado aunque al inicio del tercer giro ya ocupaba la tercera posición y tres después pasó a liderar la carrera mientras aguantaba las embestidas de su compañero de equipo y del líder de MotoGP.

Afianzado al frente de la carrera transcurridas las 10 primeras vueltas, Petrux lideraba con soltura mientras que por detrás Márquez, Dovizioso y Rins peleaban por un puesto en el podio. Fue su compañero de equipo el que tomó la delantera cuando restaban tres vueltas para el final, seguido de Márquez.

Desde la tercera posición, a Petrucci no le pudo la presión y ejecutó un doble adelantamiento en la primera curva de la última vuelta que le valió la gloria. Márquez entró en San Donato un poco abierto y Dovizioso, pegado a su rueda, también. Una circunstancia que aprovechó Petrucci para meter su GP19 por dentro y superar a sus rivales.

Un Mugello teñido de amarillo contempló una de las peores carreras de Valentino Rossi. El piloto italiano marchaba en la última posición (vigésimo primero) cuando se fue al suelo en la curva 9 después de haber completado sólo siete giros.