Losail (Qatar)

El diluvio y la tormenta eléctrica comenzaron en la medianoche del viernes y continuaron durante todo el sábado hasta prácticamente un par de horas antes del comienzo de la jornada de entrenamientos oficiales del Gran Premio de Qatar, en un país donde, curiosamente, sólo llueve ocho días al año. Con la pista encharcada, los coches de seguridad y el del director de carrera de MotoGP entraron a inspeccionar el trazado 60 minutos antes de la hora prevista para el inicio de las sesiones. Un enorme charco que atravesaba la recta de meta, muchos regueros de agua a lo largo de los 5,4 kilómetros de la pista y las escapatorias completamente abnegadas hicieron que se fuera retrasando el inicio de una jornada que al final fue cancelada porque no se podía garantizar la seguridad de los pilotos.

“El problema es que este circuito no tiene drenaje. Hemos probado de todo, pero no ha surtido ningún efecto. El problema es que en la gravilla de las escapatorias el agua sale de debajo y, a medida que la sacamos, vuelve a salir más. Estaremos trabajando toda la noche y esperamos que mañana pare de caer agua”, señaló Loris Capirossi.

El representante de Dorna en Dirección de Carrera acudió al circuito de Losail un mes antes de la celebración del Gran Premio de Qatar para realizar una prueba junto con Franco Uncini, encargado de la seguridad en carrera y representante de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). Ambos ex pilotos rodaron con la pista mojada para comprobar si la luz de los focos se reflejaba sobre el asfalto y determinaron que se podía correr.

Sin sesión de clasificación para configurar las parrillas de salida de MotoGP, Moto2 y Moto3, Dirección de Carrera tomó la decisión de que las formaciones de salida se asignaran con la clasificación combinada de las tres sesiones previas y se añadirán 10 minutos más al warm up habitual de 20.

Así las cosas, la primera pole de la temporada 2017 fue a parar a manos de Maverick Viñales, el piloto más rápido en todos los entrenamientos libres disputados. “Era muy complicado porque la pista no estaba ni para gomas lisas ni para las de agua. Ha sido un día muy extraño, pero ya lo es que llueva en Qatar. Para mí, lo primero es la seguridad y estoy de acuerdo con la decisión. Si hubiera estado décimo o decimoquinto, también habría estado de acuerdo”, razonó el piloto español tras conseguir su primera pole en MotoGP en su debut con Yamaha, como hizo en su día Jorge Lorenzo en 2008.

Maverick Viñales estará acompañado en la primera fila por Andrea Iannone y Marc Márquez. “La seguridad, ante todo. Al final se podía haber rodado, pero ha habido unas condiciones muy extremas. Ha habido mucha lluvia durante toda la noche y por la mañana. El problema principal es que muchas partes de las escapatorias estaban inundadas y había ríos cruzando la pista porque los desagües no daban abasto para sacar todo el agua. Si llueve normal, podremos probar”, aseguró el vigente campeón del mundo de MotoGP antes de la primera carrera de una temporada que tiene pinta de ser apasionante.

Las previsiones meteorológicas para el domingo sitúan en algunos casos un 40% de probabilidad de lluvia, mientras que en otros el riesgo es inexistente. Si la temida lluvia hiciera acto de presencia, se baraja la posibilidad de que la carrera se desplazara al lunes, como ya ocurrió en 2009.

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