Publicada

Franco Colapinto regresó al gran escenario el pasado mes de mayo, cuando Alpine anunció su desembarco en lugar de Jack Doohan.

El fichaje, impulsado por Flavio Briatore, llegó tras negociar una rescisión de su contrato con Williams. Esa apuesta pareció suficiente para calmar la crisis interna de la escudería, pero el viento cambió de dirección muy pronto.

El argentino debutó en Imola con una sesión clasificatoria accidentada y un decimosexto puesto en carrera. Desde entonces acumula ocho grandes premios sin puntos, una realidad que contrasta con los cinco que sumó en solo nueve citas durante 2024 con el FW46.

Su mejor posición, decimotercero en Mónaco y en Canadá, son una muestra de la falta de competitividad que tiene con el monoplaza galo. El A525 carece de velocidad punta y pierde entre 3 y 7 km/h frente a sus rivales en las rectas, un lastre que lo obliga a tomar riesgos extra.

Aunque el ritmo de carrera puro registra una brecha mínima de 0,001 s con Pierre Gasly, el déficit de confianza es palpable.

"Me falta confianza con el coche. No encuentro, a veces, mis pies en algunas curvas", confesó el bonaerense. El chasis, descrito por él mismo como "muy difícil" y "extremadamente impredecible", reacciona con violencia al viento lateral y castiga cualquier error.

El equipo tampoco ayuda. Paradas en boxes de 11,01 y 7,23 segundos en Hungría ilustran un funcionamiento colectivo lejos del estándar.

La caja de cambios que falló en el sistema de engranajes en Silverstone y la transmisión que lo dejó fuera de la parrilla refuerzan la sensación de que Alpine no pasa por su mejor momento.

La comparativa interna

Pierre Gasly suma 19 puntos (todos los puntos logrados por la escudería esta temporada) y un sexto lugar en Gran Bretaña, suficiente para evitar que la formación francesa cierre su balance en blanco.

Esa distancia en el marcador, pese al ritmo parejo, se convierte en munición para los críticos. Briatore no disimula su exigencia: "Si lo hace bien, va a manejar para siempre. Tiene que ir rápido, no chocar y sumar puntos. Solo le pido estas tres cosas".

El propio jefe desmintió versiones sobre la llegada de Valtteri Bottas: "No tengo ninguna información al respecto. Absolutamente no". Sin embargo, el rumor de pasillo persiste, alimentado por la presencia del finlandés en simulador y la buena relación entre Briatore y Toto Wolff.

Un nuevo accidente

Con la temporada en pausa estival, Pirelli convocó a tres equipos para probar los prototipos 2026. Este martes, el estonio Paul Aron marcó un sorprendente 1:18,789 en el Hungaroring, tres décimas delante de Lando Norris.

En tono jocoso soltó: "Nos vemos de vuelta en Zandvoort", una frase que algunos interpretaron como presión añadida sobre el argentino.

Veinticuatro horas más tarde, Colapinto abordó un A523 adaptado a los nuevos compuestos. En la curva 11 perdió el control y golpeó contra la barrera.

Salió por su propio pie, fue revisado por los servicios médicos y declarado apto, pero el episodio encendió alarmas. Las cámaras lo captaron caminando cabizbajo hacia el centro médico. La imagen se viralizó y los comentarios sobre su continuidad cobraron fuerza.

Alpine confirmó que el piloto retomaría la actividad por la tarde, pero la sesión terminó antes de lo previsto. El percance, aun menor, pesa en el expediente de un corredor que necesitaba kilómetros limpios para recuperar sensaciones.

Su seguro de vida

Si algo sostiene al argentino es la robusta cartera comercial que lo acompaña. Mercado Libre luce su icónico logo amarillo en los pontones y aporta una suma estratégica en un equipo que navega en el fondo de la tabla.

YPF, Globant, Quilmes, Flbybondi, BigBox, Ripio y el productor musical Bizarrap completan una lista que se ha convertido en argumento repetido puertas adentro.

Esa fortaleza financiera inclinó la balanza cuando se discutía la sustitución. Pablo Sibilla, máximo responsable de Renault Argentina, fue tajante: "Franco terminará el campeonato".

La frase, replicada por los canales oficiales, buscó frenar un efecto dominó que amenazaba con desestabilizar la estructura durante el parón.

Mirando al 2026, la formación del rombo cambiará de corazón: montará unidades Mercedes y recibirá un reglamento aerodinámico nuevo.

Varias fuentes coinciden en que el contrato del argentino incluye garantías para esa campaña, aunque la letra pequeña contempla cláusulas de rendimiento que podrían activarse tras un análisis a final de curso.

Al margen del asiento oficial, la marca evalúa integrarlo en programas paralelos si el tablero político de la categoría se sacude. El caso Nyck de Vries en 2023 demostró que ningún respaldo económico es suficiente si los resultados no acompañan.

La presión mediática suma otro ingrediente. El recuerdo del arranque brillante con Williams crea una expectativa difícil de igualar.

Cada fin de semana, el cronómetro impone su veredicto; la falta de puntos amplifica la lupa y convierte cualquier despiste en tendencia global.

Flavio Briatore y Franco Colapinto

Condicionado, no sentenciado

Quedan diez grandes premios: Zandvoort, Monza, Azerbaiyán, Singapur, Austin, México, Brasil, Las Vegas, Qatar y Abu Dabi, agenda que ofrece variedad de perfiles.

Circuitos de alta carga como Marina Bay podrían compensar la carencia de potencia del A525, mientras las rectas de Monza o Las Vegas exigirán un trabajo extra en eficiencia.

Para sobrevivir al escrutinio, Colapinto debe capitalizar el margen mínimo que lo separa de Gasly en ritmo puro y evitar percances como el de la curva 11.

Una clasificación limpia, una estrategia acertada y una parada por debajo de los 2,5 segundos le bastarían para rozar un top 10 que cada vez está más disputado, más aún en una segunda mitad del campeonato en la que no habrá mejoras en casi ningún equipo.

La F1 es despiadada y el argentino lo sabe. "Siempre habrá rumores, pero creo que debemos centrarnos en el trabajo que tenemos por delante", recordó Gasly tras Hungría. El mensaje, destinado a la prensa, también funciona puertas adentro: el ambiente se calma con resultados.

El argentino cuenta con talento, telegestión y un caudal publicitario envidiable. Sin embargo, el tiempo vuela y cada fin de semana es una oportunidad o un riesgo. Si transforma el potencial crudo en puntos, la narrativa cambiará. De lo contrario, el mercado -y sus viejas listas de espera- se encargará de recordarle la fragilidad del oficio.