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La Fórmula 1, un terreno tradicionalmente dominado por hombres, ha comenzado a dar pasos significativos hacia la inclusión y la diversidad. Un ejemplo contundente de este cambio es la reciente designación de Laura Müller como ingeniera de pista de Esteban Ocon en el equipo Haas para la temporada 2025.

Este nombramiento no solo marca un hito en la historia del automovilismo, sino que también envía un mensaje poderoso a las futuras generaciones de mujeres que aspiran a destacarse en roles técnicos y estratégicos dentro del deporte.

Laura Müller, nacida en Alemania y seguidora apasionada de Michael Schumacher, encontró su vocación en el mundo de la ingeniería desde temprana edad. Estudió ingeniería mecánica en Múnich, donde comenzó a forjar las bases de su carrera en el automovilismo.

Antes de unirse a Haas, Müller adquirió experiencia en el exigente mundo del DTM, trabajando como ingeniera de rendimiento. En 2022, ingresó a Haas como ingeniera de simulador, un rol que desempeñó con excelencia y que le permitió ser promovida a ingeniera de rendimiento.

Su determinación, ética de trabajo y capacidad para analizar problemas complejos con profundidad captaron la atención de los líderes del equipo, quienes vieron en ella el potencial para asumir el rol de ingeniera de pista, uno de los puestos más demandantes y estratégicos en la Fórmula 1.

Laura Müller, junto a Esteban Ocon en su primer día de trabajo juntos Haas

Ayao Komatsu, director del equipo Haas, enfatizó que la elección de Müller se debió a su mérito y no a su género. "Laura tiene una gran determinación y una ética de trabajo excepcional. Cuando se enfrenta a un problema, no se detiene en la primera solución, sino que sigue explorando hasta obtener la respuesta más completa", afirmó Komatsu.

Su capacidad para mantener la calma y comunicarse con claridad a través de la radio fueron aspectos clave en su nombramiento, especialmente considerando la importancia de la relación entre ingeniero y piloto.

La revolución Müller

Con este ascenso, Laura Müller se convierte en la primera mujer en ocupar el puesto de ingeniera de pista en la historia de la Fórmula 1, rompiendo barreras en un deporte que, durante décadas, ha estado marcado por una notoria falta de diversidad en roles técnicos y de liderazgo.

Su trabajo no solo implica supervisar el rendimiento del monoplaza, sino también tomar decisiones críticas en tiempo real, comunicarse con el piloto y coordinar estrategias con el equipo en el muro.

La presencia de Müller en este rol es un símbolo del cambio que la Fórmula 1 está experimentando. Si bien su camino no ha sido fácil, su historia es un recordatorio de que el talento y la dedicación son los factores más importantes en el éxito, independientemente del género.

Su colaboración con Esteban Ocon ya ha comenzado a dar frutos, ya que ambos participaron recientemente en las pruebas de pretemporada en Jerez, fortaleciendo su comunicación y entendimiento mutuo.