En la temporada de su debut en 2015 muchos en el paddock de la Fórmula 1 comenzaban a equiparar a Max Verstappen con grandes campeones del pasado. Eddie Jordan hablaba así del joven holandés cuando este ni siquiera poseía carné de conducir: “Yo lo comparo con Michael Schumacher y Ayrton Senna. Pienso que a pesar de que está comenzando es tan bueno como ellos”. David Coulthard no tenía palabras para describir al fichaje que Helmut Marko había robado a Mercedes, a quien definía como “absolutamente fantástico, calculado a la perfección. Simplemente sigue impresionando”.

Las primeras pruebas del talento del recién llegado al la Fórmula 1 tienen como referencia las prestaciones de su compañero de equipo que siempre es el primero de los rivales que en 2015 era el también debutante Carlos Sainz.

El español llegaba a la máxima categoría con algunos años más pero una gran madurez y todo el mundo por delante. Pese a una gran temporada por parte del piloto madrileño que no defraudó pese a los innumerables problemas técnicos de su monoplaza, las cifras finales dieron la victoria a Max Verstappen, que sumó 49 puntos frente a los 18 conquistados por el español.

En su primer año en la Fórmula 1, el de Hasselt conquistó una cuarta posición absoluta y finalizó entre los diez primeros en diez ocasiones. resultados todos estos mejores que los de su compañero de equipo.

Pero por encima de los resultados están en muchas ocasiones las dotes de pilotaje que marcan la diferencia y muestran la auténtica madera de campeón de un piloto. Verstappen no renunció a ningún duelo pese a ser un novato, enfrentándose sin contemplaciones, con estilo, mostrando dotes de fuera de serie en adelantamientos ante rivales tan complicados como Pastor Maldonado en el mismísimo Mónaco, o enfrentándose a los galones de Daniel Ricciardo en pista sin complejos.

Alan McNish definía estos encuentros y luchas cuerpo a cuerpo como indicadores del talento nato del piloto holandés: "Primero, que todos fueron muy cerrados, pero ninguno salió mal. Verstappen tiene una excelente percepción del espacio, un tacto especial sobre los límites de su auto y el de sus rivales".

Ayrton Senna marca la refrencia  

La comparación son Senna puede hacer palidecer a cualquier piloto. Que se lo pregunten a Carlos Sainz, quien ante la comparación siempre responde: “Si Verstappen es el nuevo Senna y le gano, ¿quién voy a ser yo?”.

Cuando se trata de igualar o buscar un parecido con grandes como Prost, Schumacher o Senna es fácil caer en el saco de la mediocridad, pero en el caso de Verstappen hay semejanzas que no desentonan al ponerlas junto a la imagen de los grandes campeones de la historia.

La frialdad que muestra en cada adelantamiento y movimiento sobre la pista, seguro de sí mismo, sin bloquear ruedas en un cuerpo a cuerpo con agresividad y valentía templadas con alguien que hace pocos meses que cumplió los dieciocho años y que acumula apenas 25 carreras en la máxima competición, dan muestras de que estamos ante un talento natural forjado desde su más tierna infancia por su padre, el ex-piloto de F1 Jos Verstappen.

El padre compartió box con una de las figuras más grandes del automovilismo, Michael Schumacher, por lo que conoce de primera mano las virtudes que un campeón nato posee y lo dura que es la vida junto a un gran campeón de talento ilimitado.

Jos Verstappen ha guiado y compartido la vida de su hijo desde su primeros pasos deportivos, convirtiéndose en la sombra de su hijo al compartir cada momento de su tiempo y vida desde el karting hasta la Fórmula 1. “Creo que pocos padres hacen este tipo de cosas con sus hijos”, llegaba a decir el joven holandés, que junto a su padre ha construido una pasión sin límites por la competición y el mundo de las cuatro ruedas.

Max Verstappen ha seguido la ruta de los grandes mitos como Senna, destacando en cada categoría donde ha competido desde los primeros días y quemando etapas a ritmo de grandísimos resultados. En karting dominaba nada más llegar a una categoría incluso con pilotos mayores y más experimentados. En 2014 llegó a la Fórmula 3, donde fue el primer piloto esa temporada en ganar tres carreras en un fin de semana finalizando el campeonato con diez victorias, el mayor número entre todos en una competición que ganó Esteban Ocon, de quien se escuchan muy buenas cosas en el paddock de la F1.

En agosto de 2014 Verstappen se unió al Junior Team de Red Bull gracias a las promesas de promoción de Helmut Marko que Mercedes no fue capaz de garantizar perdiendo los derechos sobre la mejor promesa de toda la parrilla actual.

Historia en Montmeló

Ayrton Senna no tenía el apoyo incondicional de sus padres, que querían que se dedicara los negocios familiares y a punto estuvo de dejar de lado su afición y pasión por el motor, pero una oferta de 10.000 libras para pilotar un Fórmula Ford 2000 cambió el destino de su vida.

Como Senna, Verstappen ha ganado su primer Gran Premio al segundo año en la categoría. El brasileño debutó en 1984 y ganó su primera carrera en 1985 en Portugal. Este domingo, también en la Península Ibérica, el holandés ha escrito su nombre en los libros de historia de la Fórmula 1 no sólo por su victoria, sino porque esta ha sido protagonizada por el piloto más joven de la historia. Senna lo hizo a los 25 mientras que Verstappen lo ha conseguido con 18 años y medio.

Vertappen continúa sin decepcionar y pone el listón al nivel más alto para toda la cantera Red Bull. Al igual que cuando cambiaba a una categoría superior en el karting al ascender al equipo de primera división como es Red Bull Racing, el holandés se ha adaptado con una naturalidad al alcance sólo de los mejores. 

En su tercer día al volante del coche de la bebida energética no sólo ha superado a su compañero Ricciardo, quien se salvó de la humillación en la Q3 del sábado gracias a una vuelta magistral, sino que ha mantenido a sus espaldas sin la más mínima opción al Campeón del Mundo Kimi Räikkönen y al cuatro veces campeón Sebastian Vettel, quien en la lejanía veía desvanecer la magia de sus primeros récords, que ahora no son más que historia.

En el Gran Premio de España, Max Verstappen ha borrado de la libros el nombre de Sebastian Vettel como piloto más joven en liderar un Gran Premio y en ganarlo, concretando las promesas puestas sobre él con una victoria madura, incontestable, más esperada de la madurez y experiencia de Fernando Alonso que de un chico que debe llevar las 'L' en el cristal trasero de su coche cada vez que sale a dar una vuelta.

El paddock de la Fórmula 1 no para de hablar de la nueva estrella holandesa como el nuevo Senna, pero la verdad es que el verdadero talento tienen siempre nombre propio, por lo que deberíamos olvidar Al brasileño y disfrutar del regalo del talento natural que tiene nombre propio y se llama Max Verstappen.

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