Alguien dijo una vez que la muerte no nos roba a los seres amados; al contrario, nos los guarda y los inmortaliza en el recuerdo. Esa triste situación es la que se ha dado este jueves por la tarde, tras la muerte accidental del joven piloto de motos Borja Gómez, a sus 20 años, mientras realizaba unas pruebas previas al Campeonato de Europa Stock.
La tragedia no ha tardado en llegar al Circuito Yepes Motor, en Sucina (Murcia) donde los recuerdos de este querido piloto pueblan la memoria de sus amigos, haciéndolo inmortal. "Estamos en shock, intentando asimilar lo que ha pasado", explica a EL ESPAÑOL José Mariano Yepes, copropietario de este circuito especializado en motociclismo por donde se deja ver a menudo Pedro Acosta. "Borja era uno más de nuestros chavales".
José Mariano gestiona estas instalaciones desde el año 2020 junto a su hermano, y tan pronto como inauguraron la pista, Borja ya estaba quemando los neumáticos sobre el asfalto. "Él seguía viniendo todas las semanas, dependiendo de cuándo tuviera las competiciones".
El piloto Borja Martín, pilotando su moto en el Circuito Yepes Motor.
Junto a José Mariano está Rosa, una joven piloto amiga de Borja que deja entrever en la seriedad de su rostro un sentimiento de frustración, incluso de negación, propio del que no es capaz de aceptar la pérdida de un amigo cercano, con tan solo 20 años.
"Borja venía a mis cumpleaños cuando era pequeña", expone, antes de realizar una larga pausa para lograr encontrar las palabras dentro de la marea de sentimientos que invaden su alma.
"Él valía para esto. Me acuerdo de una vez que estábamos jugando al fútbol y le dijimos: "Menos mal que te gustan las motos, porque para el fútbol no vales", era malísimo..." rememora Rosa, con una simpatía y cariño mezclados de una profunda amargura.
"A la conclusión a la que he llegado, como toda la gente con la que he hablado hoy, es que en el mundo de las motos, cuando te subes al vehículo sabes qué puede pasar. No lo piensas, pero lo sabes. Todo el mundo me decía cuando hablábamos: "Si ha sido así, él estaba feliz". Y es que estaba haciendo lo que a él más le hacía feliz. Esa es la parte positiva con la que intento mirar esta situación".
El dueño del Circuito Yepes Motor, José Mariano Yepes, muestra a EL ESPAÑOL la firma de Borja Gómez en una de las paredes de su negocio.
- ¿Cuándo fue la última vez que hablasteis con él?
- Rosa: Hace tres días, compitiendo en MotorLand. Él corre en una categoría y yo en otra, y mientras caminaba por los camiones lo vi a él y a su padre. Hablamos de lo típico, "a ver cuándo quedamos para un café o un kebab…"
- José Mariano: El padre de Borja vino ayer a nuestro circuito porque normalmente le acompaña a todas las carreras, pero a esta no se ha ido.
El accidente del joven piloto ha tenido lugar en el circuito de Magny-Cours (Francia). Su moto se salió de una de las curvas del trazado, y acabó en el suelo con la mala suerte de no poder ser evitado por el piloto que venía por detrás. Como consecuencia, esta promesa de las motos procedente del municipio de San Javier, fue atropellado, perdiendo la vida en el incidente.
Borja Gómez, en uno de sus entrenamientos en el Circuito Yepes Motor.
"Nosotros conocemos a Borja porque también somos de San Javier", prosigue José Mariano, mientras invita al periodista al interior de una cafetería repleta de firmas de todos los pilotos que han pasado por el circuito, entre las que se luce la del joven sanjaviereño que hoy es el epicentro de todos los recuerdos, junto a varias fotos suyas.
"Él empezaría a dedicarse a las motos con 7, 8 años. Siempre había querido ser piloto, era su gran aspiración en la vida".
- ¿Qué lo diferenciaba de otros pilotos?
- José Mariano: El carisma, el querer ser piloto a toda costa. Era un chico en su sitio, educado, trabajador, siempre muy bien... Era más que un 10: un 12 como persona. De hecho, su número siempre había sido el 12, pero cuando llegó al Mundial tuvo que coger el 72, porque el 12 ya estaba ocupado.
El joven piloto, pese a sus solo 20 años, ya contaba con una dilatada experiencia en el mundo de la automoción. En la competición que estaba disputando con el equipo Team Laglisse pilotaba una Honda de la categoría de las Superbikes. Pero tenía la vista puesta en volver a Moto2, donde se convirtió en piloto oficial hace tres años, y hasta 2024.
Dos fotos de Borja Gómez, en la pared de la cafetería del Circuito Yepes Motor.
Ya un año antes se había coronado Campeón de España de Supersport, cerrando una temporada brillante a los mandos de una Yamaha, en el Cardoso Racing, tras haber sumado 9 podios: 6 de ellos con victorias. Tras este éxito, fue recibido en su municipio natal, San Javier, por el alcalde, José Miguel Luengo, que le entregó un obsequio y le invitó a firmar en el Libro de Honor del Deporte del municipio.
De hecho, este jueves el Ayuntamiento se ha sumado a la ola de reacciones públicas en redes sociales animando a la familia y lamentando esta triste pérdida. Pero las más emotivas han sido las de Pedro Acosta, Fermín Aldeguer y David Alonso, pilotos que están despuntando y con quienes compartió muchos momentos en el Circuito Yepes.
Pero los primeros que han dado a conocer esta triste noticia han sido los miembros del equipo Team Laglisse: "Más allá de su excepcional talento como piloto, recordaremos a Borja como la grandísima persona que fue. Su simpatía y su sonrisa será eterna. Siempre le llevaremos en nuestros corazones".
Esa también es la reflexión común de sus amigos en el circuito de Sucina donde quemó tantas ruedas disfrutando de la que siempre fue su gran pasión y que lo llevó a lo más alto de estas competiciones. Triunfó en el mundo del motor sin dejar de lado lo más importante, ser buena persona y buen amigo, y por eso conquistó algo mucho más importante: el corazón de la gente que le rodeaba, cuyo recuerdo le hará inmortal.