Si Fernando Alonso ha sido la cara de la moneda en la Fórmula 1 en el sector español, esta vez le ha tocado a Carlos Sainz ser la cruz. El madrileño venía de su podio en Mónaco y de haber estado relativamente cerca de pelear por la pole position el sábado en Bakú, pero el domingo ha sido un día para olvidar completamente. 

El error de Tsunoda en la clasificación le hizo partir desde la quinta posición en parrilla mientras que su compañero Charles Leclerc sí pudo hacerlo desde la primera plaza. El monegasco no aguantó la presión de los dos líderes y al final terminó peleando por el tercer lugar con Gasly hasta los últimos metros en una carrera loca sin poder cerrar el podio. 

Sainz, por su parte, solo pudo ser octavo después de haber cometido varios errores importantes, algo que no ha había hecho prácticamente desde su fichaje por Ferrari. Pero como el propio Carlos ha afirmado, no todos los días son fiesta. Una pasada de frenada en la vuelta 8 en la zona del castillo le hizo irse a la escapatoria y tener que volver marcha atrás a la pista, lo que le hizo salirse de los puestos que peleaban el Top5 y caer a la pelea con coches como los Alfa Romeo, el McLaren de Ricciardo o el Mercedes de Valtteri Bottas

El madrileño, muy autocrítico, reconocía que ese importante fallo ha terminado condenándole, aunque el día no ha sido bueno tampoco en cuanto a sensaciones. Carlos se ha sentido menos a gusto en el coche que durante todo el fin de semana, pasando muchos problemas en las frenadas y con el agarre de sus neumáticos en condiciones complicadas de velocidad y tracción. 

Carlos Sainz con el SF21 en Bakú Reuters

"En general creo que no he tenido un gran día. Desde la salida, el feeling con el coche no era el mismo que durante el fin de semana y cada vez que tenía el neumático frío sufría y ese feeling no era el mejor. Me ha costado la carrera después de ese error en la vuelta 8, cuando tenía el neumático frío tendía a bloquear las ruedas y perdía mucha confianza".

"Ha sido una mala carrera para mí. El ritmo en sí no era malo y he intentado remontar todo lo que he podido, pero ha habido tres o cuatros puntos de la carrera que me ha costado". El español se ha mostrado muy contrariado con su actuación en los micrófonos de DAZN, consciente de que no ha sido su mejor día. 

Además, no solo esa salida de pista en la vuelta 8 ha sido su mayor problema, sino que en las relanzadas, tanto con safety car como con posiciones de parado en parrilla, Carlos no ha estado acertado y ha perdido alguna posición. Al final, después de rodar mucho tiempo fuera de los puntos, pudo ser octavo y sumar algo a su zurrón. 

Carlos Sainz se sincera

"Puede que esa resalida sea el único punto débil que sigo teniendo con el coche y lo que me está costando posiciones en esas resalidas. De todos modos, he debido perder un poco la concentración en esa vuelta 8 porque ha sido un error demasiado grande como para ser solo el feeling del neumático. Es lo que hay, no todos los días son fiesta. El proceso de adaptación aún no ha acabado".

Tras la carrera, Carlos Sainz dejó un curioso momento al reunirse con Fernando Alonso en la parte reservada para los pilotos. Los dos españoles, que tuvieron varios duelos en la pista, especialmente en esas dos últimas vueltas mágicas del asturiano, comentaron de forma muy amistosa el devenir de los acontecimientos que dejaron un fin de semana fantástico en Bakú en el que Carlos tiene que mejorar. 

[Más información: Fernando Alonso hace magia en Bakú: espectacular final para pasar del 10º al 6º puesto]

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