Han sido nueve meses de calvario, de lesiones, de médicos, de operaciones y de tensa espera, pero Marc Márquez ya está de vuelta. Al menos, de forma extraoficial, ya que para que su regreso se certifique todavía quedan unos procesos que, rutinarios o no, deben cumplirse para que el ilerdense vuelva a sentir la competición corriendo por sus venas. 

El piloto de Honda ya acaricia su regreso a MotoGP con la punta de los dedos y finalmente será en Portimao donde se produzca ese milagro de volver a ver al seis veces campeón del mundo de la categoría reina sobre su montura, esa que nadie más ha sabido domar como él, ni siquiera en su larga ausencia. Marc se fue al suelo en la primera carrera de la temporada del curso pasado en Jerez y desde entonces, muchas veces se especuló con su regreso. 

Por el camino, una vuelta fallida, varias recaídas y tres operaciones. Pero también críticas, ataques, presión y una persecución constante de aquellos que daban lecciones a todo el mundo de lo que se había hecho bien y mal, de lo que debía hacer Marc, de lo que debía hacer Honda y de lo que debía hacer todo el mundo. Sin embargo, la única realidad demostrable es que ahora sí que sí, Marc ya está de vuelta para dar respuestas a todos y para demostrar si de verdad puede estar en la lucha por el título. 

Marc Márquez, pensativo en el box de Honda Reuters

Regreso con riesgos

En efecto, Marc Márquez quiere volver a competir en el Gran Premio de Portimao, la que será la tercera cita del campeonato después de haberse perdido las dos carreras celebradas en el circuito catarí de Losail, en Doha. Este regreso después de más de nueve meses y de más de un año en cuanto a competición se refiere será un momento muy especial para el corredor español, pero también un momento muy comprometido. 

La noticia del regreso del ilerdense la daba él mismo al asegurar que los médicos que le han atendido en la recta final de su recuperación ya le daban el alta y le permitía asumir los riesgos lógicos que implica la competición. Esto no significa que la lesión en su húmero esté completamente superada, sino que existen todavía una serie de factores que podrían volver a encender las alarmas, aunque nada parecido a capítulos vividos en el pasado más reciente del 'caso Marc'. 

El grupo médico que ha seguido la evolución de Márquez en estos últimos meses, encabezado por los doctores Samuel Antuña e Ignacio Roger de Oña asegura que la consolidación de la lesión en el húmero va por buen camino y que está en la recta final de su proceso de curación, por lo que ya tiene permitido, junto con el visto bueno de Honda, volver a las carreras. Esto significa volver a exigirse al máximo, a soportar el peso de la moto, de las aceleraciones, de los virajes, de las frenadas extremas y de todo el desgaste que supone para un piloto hacer horas y horas de rodaje entre entrenamientos, clasificaciones y carrera. Al menos, Marc ya ha podido hacer varias pruebas para ir testando al completo esa recuperación.

Marc Márquez, con la RC 213V-S en Montmeló EFE

Además, siempre estará ahí el riesgo a una nueva caída. Es difícil pensar que Marc pueda tener algo de miedo al volver a pilotar, ya que en su más pura esencia está ir al límite y sin en algún momento ese miedo de verdad aparece, hará todo lo posible por esquivarlo para demostrar toda su destreza sobre su Honda. Sin embargo, es una realidad que ese riesgo también está ahí. Por si fuera poco, el proceso de su vuelta se ha acelerado unos días ya que tenía la revisión final prevista para este lunes, pero decidió anticiparse a esa fecha marcada debido a las buenas sensaciones para comenzar su proceso de regreso y poder tener las mayores garantías posibles de estar en Portimao. 

El 'okey' definitivo

Tras la aceleración de ese último proceso para obtener el alta médica, Marc ha encendido la mecha de lo que será la traca de su regreso. La última revisión antes de tomar la decisión con el equipo médico de la Clínica Ruber Internacional de Madrid fue todo un éxito y eso le permitió dar por fin el paso de anunciar su vuelta, aunque no son ellos quienes decidirán si Marc corre ya este fin de semana o si todavía tiene que esperar. 

Realmente, este ha sido el paso médico necesario para que Marc pueda ponerse en manos de MotoGP y sean ellos quienes valoren si ya se encuentra en perfectas condiciones o, al menos, en las condiciones mínimas necesarias. Ahora que el ilerdense tiene el visto bueno de su entorno, de su equipo médico y del equipo Honda, deberá ser la organización del mundial y del circuito portugués de Portimao quienes decidan y corroboren que efectivamente, el seis veces campeón del mundo de MotoGP puede materializar su regreso. 

Sin embargo, esto que podría ser un simple proceso rutinario, podría tener más enjundia de la esperada. El motivo estaría en el profundo cabreo que tienen en Dorna, y en especial Carmelo Ezpeleta, CEO de la empresa que organiza el mundial, con el caso del piloto español. Debido al hecho de dejar correr a Marc Márquez en el Gran Premio de España del año pasado tan solo cuatro días después de someterse a su operación en el brazo, han recibido numerosas críticas, muchas de ellas de médicos, que pusieron en duda su actuación y la del equipo sanitario de Dorna. 

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, en la conferencia de prensa celebrada en el circuito de Losail. MotoGP

Por esta razón, Ezpeleta apareció hace unos días asegurando que su enfado todavía no se había terminado y que las pruebas que pasó Marc aquel día y que todos pudieron ver le hacían apto para correr en aquel Gran Premio. Si después se retiró y si tuvo problemas posteriores es algo que deja en la conciencia del piloto, de sus médicos y del equipo. Sin embargo, aquel conflicto podría hacer que ahora Dorna no pusiera ninguna facilidad para que el regreso de Marc se materialice en Portugal si realmente no está recuperado, incluso más allá del 100%. 

Ahora, el siguiente paso en esta batalla que Márquez lleva librando tantos meses durante su recuperación será convencer y demostrarle a Ángel Charte, médico del mundial de MotoGP, y al responsable médico del circuito de Portimao, que está en plenas facultades para asumir todos los riesgos que requiere pilotar una MotoGP y que se encuentra en condiciones de competir contra todos sus rivales. Superados esos trámites, la vuelta de Marc sí será oficial. 

El mundial en alerta

Este último proceso de confirmación de las condiciones de Marc no parece preocupar en absoluto ni al piloto, ni a su entorno, ni al equipo Honda, por lo que consideran que el ilerdense ya está de vuelta. También lo consideran sus rivales que empiezan a ver el regreso del seis veces campeón de la categoría reina como un problema. Es imposible saber en qué condiciones logrará regresar Márquez, pero nadie se atreve a descartar que pueda pelear por todo lo que se proponga, tal y como ha asegurado Morbidelli.

De esta forma, su regreso es un aviso para todos aquellos que soñaban con disputarse el título sin contar con él. Los Mir, Viñales, Quartararo y compañía ya tienen de nuevo a su mayor depredador de vuelta y ya saben que las victorias, los podios y los puntos volverán a estar más caros que nunca. 

Maverick Viñales pilota su YZR-M1 en el circuito qatarí de Losail. Yamaha

A pesar de que con Marc nunca se sabe y de que nadie puede afirmar cuánto tardará en estar al máximo, si un entrenamiento, un mes o varias carreras, lo lógico sería que el piloto español necesite tiempo para recuperar el tono competitivo y físico, para adaptarse a su nueva situación, para que vaya cogiendo soltura con su brazo y también para conocer la nueva Honda RC213V. Sin embargo, es una realidad que nadie se atreve a poner fechas ni a descartar ningún éxito ya en Portugal. 

De hecho, desde el mismo momento en que se sabía que Marc volvería relativamente pronto este curso, le dieron como uno de los favoritos a llevarse un título que, realmente, sería histórico. Si Marc comienza su participación en Portimao lo haría tras dos ceros en las dos primeras carreras. Nadie desde el año 1952 es capaz de llevarse el título empezando así un campeonato. Eso significaría remontar los 40 puntos que ahora mismo le saca Zarco de ventaja o los 36 que suman los pilotos de Yamaha Viñales y Quartararo, seguramente sus máximos rivales junto a Joan Mir. Marc, que ya ha firmado otras remontadas históricas en el mundial como los 37 puntos que le recuperó a Viñales en el año 2017 para sumar su sexto título, quiere comenzar en Portugal el asalto a un mundial que sería histórico y con el que igualaría a Valentino Rossi

La presión de Honda

A pesar de que varios pilotos han intentado meter presión a Marc asegurando que su vuelta será un éxito por todo lo alto para él, desde Honda, en lugar de rebajar esa euforia que pueda jugarle una mala pasada, han querido también seguir hinchando ese globo. Para Márquez, solo el hecho de retornar y de competir nueves meses después de su grave lesión ya es una victoria, por lo que no es necesario intentar condicionar su regreso diciendo que seguro que es capaz de estar arriba peleando por todo. 

Es indudable que Márquez es capaz de todo, pero ya se pudieron ver una vez las importantes consecuencias que tuvieron intentar correr demasiado. Para Honda se trata de un momento muy importante, ya que será la primera vez que pueda contar con su estrella desde su fatídica caída en Jerez. Pero también será el comienzo de un momento complicado, el momento de la verdad. 

Así es la RC213V, la Honda de Marc Márquez y Pol Espargaró en 2021 HRC

En ausencia de Marc, los éxitos de Honda han sido bastante reducidos y por eso en la casa nipona esperan al de Cervera como agua de mayo. Es su baza para poner fin a tantos meses de caídas y fracasos. Presión desde el minuto uno para empezar a ver la luz al final del túnel de los malos resultados. Por si esto fuera poco, su sustituto durante este tiempo, Stefan Bradl, ya ha asegurado que ve a Marc capaz de terminar en el podio incluso en su Gran Premio de regreso. De nuevo, expectativas más altas de lo necesario y presión para el español. 

Por último, el retorno de Marc será también la primera vez que coincida en carrera con Pol Espargaró, su nuevo compañero de equipo y con quien le unió una importante rivalidad en el pasado que no labró precisamente una amistad entre ellos. Por si el regreso de Márquez necesitaba algún condicionante más excitante, verle pelear de nuevo contra Pol será sinónimo de disputas del pasado. Ahora empieza el momento de verdad de Honda y todos, médicos, rivales, compañeros, mecánicos y aficionados, esperan que Marc Márquez responda en su regreso a la élite. El objetivo, estar cuanto antes al máximo. El sueño, luchar por un título histórico. 

[Más información: Marc Márquez y su fortuna como piloto mejor pagado de MotoGP]

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