La Fórmula 1 superó la pasada temporada uno de los años más complicados de la historia. A la tensión de la competición, el riesgo, la adrenalina y la velocidad, se unieron los riesgos que ha dejado en todo el mundo la Covid-19 y que han provocado que la sociedad tenga que vivir con unas precauciones y con unos cuidados extra a los que no estaba acostumbrada. 

El deporte no ha sido ajeno a estas múltiples complicaciones y la Fórmula 1, un deporte en el que se recorre el mundo de circuito en circuito, que ha tenido que celebrar su temporada casi con la total ausencia de público y que se ha visto obligado a suspender carreras, lo ha sufrido de una manera especial, con mucha tensión entre los pilotos. 

En casi cualquier deporte, perderse algún evento por positivos, siempre y cuando la salud no corra grandes riesgos, puede ser llevadero, pero en deportes como la Fórmula 1, una ausencia de este tipo durante algunas carreras puede ser decir adiós a las aspiraciones del piloto. Algo así le sucedía a Lewis Hamilton, que no veía la luz al final del túnel para cerrar su triunfo y poder correr así sin la presión de dar positivo y ver peligrar su séptimo entorchado. Casualidad o no, fue ganarlo y contagiarse

Lewis Hamilton, entre lágrimas tras ganar su séptimo Mundial de Fórmula 1 REUTERS

Otros pilotos que también lo han pasado mal este año han sido la dupla de Racing Point formada por 'Checo' Pérez, que correrá el próximo año en Red Bull, y Lance Stroll. Ambos dieron positivo y tuvieron que perderse carreras. El canadiense incluso afirmó sentir pequeñas secuelas después de superar la enfermedad que no le dejaban dar su máximo

Sin embargo, la temporada ya terminó y la Fórmula 1 se marchó a descansar y a preparar el inicio de la nueva temporada, esa en la que confiaban en que la Covid-19 no volviera a hacer acto de presencia. No obstante, parece que esto no será posible ya que, tal y como informa el medio especializado Autosport, el Gran Premio de Australia está en serio peligro. 

La carrera que se celebra en Melbourne estaría muy cerca de ser suspendida debido a la mala situación que está atravesando el país australiano en las últimas semanas y que esperan que vaya a más. Tanto es así que muchos deportes ya están pagando las consecuencias. Hay que recordar que Australia no solo es el país donde dará el pistoletazo de salida la nueva Fórmula 1, sino que también es punto de arranque de la temporada tenística con la disputa del Abierto de Australia y todos los torneos previos, así como la ATP Cup

Valtteri Bottas, Lewis Hamilton y Max Verstappen en el podio del Gran Premio de Australia JULIAN SMITH EFE

Dudas en la F1

El Gran Premio de Australia no se pudo disputar el pasado año debido al estallido de la pandemia poco tiempo antes de que diera arranque el fin de semana de carreras de Melbourne. Por ello, todo hacía indicar que el rugido de la Fórmula 1 regresaría con el arranque de un nuevo curso que tendría un calendario cercano al habitual, con 23 carreras. 

La nueva temporada debía arrancar el 21 de marzo, pero todo hace indicar que no será así. Australia ha impuesto ya grandes restricciones para los viajes y vuelos al país y el temor al virus provocan que las dudas sobre la celebración de la carrera hayan aumentado exponencialmente. Esto provocaría que el regreso de la Fórmula 1 se produjera en marzo, pero no en Australia, sino en Bahréin, el próximo 28 de marzo. 

La venta de entradas para la carrera en el circuito de Albert Park no ha comenzado y todo hace indicar que la suspensión de la prueba podría comunicarse a finales de mes, quizás cuando se tenga decidida una nueva fecha para su celebración. Quizás la celebración del Abierto de Australia, prevista para el 8 de febrero, pueda arrojar luz al asunto y sentar un precedente positivo. 

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