Las 500 millas de Indianápolis se llevarán a cabo según lo programado el próximo 23 de agosto, pero sólo si hay aficionados en las tribunas, informó este domingo el presidente de Penske Entertainment Corporation, Mark Miles, responsable de la organización de la carrera IndyCar.

Roger Penske primero divulgó los planes a Racer.com, diciendo que la Indy 500 de este año se correrá en octubre si no se permite a los aficionados el ingreso, en agosto.

Agregó que la decisión siguió a una serie de reuniones con el gobernador del estado de Indiana, Eric Holcomb, y el alcalde de Indianápolis, Joe Hogsett, informó Racer.com. "Teníamos un plan para seguir adelante con los aficionados el fin de semana de Brickyard, pero simplemente no tenía sentido", comentó Miles.

Fernando Alonso EFE

Agregó que "no queríamos hacer nada para perjudicar a la Indy 500 y habríamos tenido que ser la excepción, pero decidimos que no podíamos competir sin aficionados en las gradas".

La IndyCar vuelve sin público

El sábado, la apertura de la temporada de IndyCar se realizó sin personas en las tribunas, lo que el presidente de la pista del Texas Motor Speedway (capacidad para 100.000 espectadores), Eddie Gossage, califico de "deprimente".

La siguiente carrera de la serie, que será el próximo 4 de julio, en el Indianapolis Motor Speedway, seguirá sin que haya espectadores en las gradas. Mientras que la Road America para el fin de semana doble de IndyCar, en Wisconsin, del 11 al 12 de julio podría ser el primer evento de ese campeonato con aficionados.

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