El Gran Premio de España de Moto GP vivió uno de los momentos más surrealistas que se hayan visto sobre un circuito de motociclismo. Los protagonistas fueron Álex Rins, su moto y un comisario de un puesto cercano que se pasó de listo. Esto es lo que sucedió.

Tras la carrera, Álex Rins aparcó su moto y se acercó al público para celebrar con él público el podio. Su Suzuki quedó expuesta, aunque nadie podía esperar que el comisario que la sujetaba robara un tapón personalizado del aceite de freno, con una S y un 42, el dorsal del piloto. Todo la escena fue captada por la cámara on-board. Una pillada increíble.

Cazado, el comisario tuvo que ir hasta las instalaciones del equipo en el circuito para devolver la pieza y pedir disculpas. La organización del Mundial le reprendió, por supuesto. El propio Álex Rins se lo tomó a broma y así lo expresó: "No tengo palabras".

"No sé qué decir, supongo que estaría emocionado. Tiene grabada la S de Suzuki y un 42. Si lo veo en Wallapop lo compraré.. Estoy dispuesto a cambiárselo por una deslizadera y si tengo que pujar por ella llego hasta los mil euros", dijo Rins tras la divertida escena.

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