El piloto español Óscar Fuertes afronta su segundo Dakar convencido de que en esta ocasión el rally será más duro que el año pasado, a pesar de celebrarse en un solo país y tener apenas diez etapas en Perú, porque las dunas del desierto peruano "son un infierno".

"El rally está ahí concentrado y no vamos a pasar una vez, sino varias veces por los sitios más difíciles por los que pasamos el año pasado", contó Fuertes en una entrevista a la Agencia Efe junto a su copiloto Diego Vallejo.

"Me considero un experto en el mundo del rally y del cross country y las dunas de Perú no tienen nada que ver con lo que hay en Marruecos o Dubai por la dificultad, la superficie y lo blanda que es la arena", detalló.

El madrileño, mejor debutante en la categoría de coches del último Dakar, explicó que este año será más duro "porque van a ser más horas en el coche cada día y es más fácil que te caiga la noche o que un problema no te perdone".

El objetivo es mejorar la participación del año pasado

Su objetivo será mejorar la trigésimo segunda posición de 2018, donde logró la misión de terminar el rally con un Ssangyong Tivoli DKR en el regreso de la marca coreana al Dakar, donde no participaba desde 1994.

Esta vez Fuertes acude con un Ssangyong Rexton DKR, un buggy -dos ruedas motrices traseras- de gasolina, con 450 caballos de potencia, mejor aerodinámica y reparto de pesos, además de unos 200 kilos menos de peso, entre otras cosas, porque consume un 40% menos de combustible que los 70 litros a los 100 kilómetros del pasado año.

"Llevar un coche no es sinónimo de éxito. Vamos a ver si podemos estar a la altura del material que llevamos. No solo de coche sino la asistencia, equipos y recambios. Se supone que somos más competitivos y así lo tenemos que demostrar", reconoció Fuertes.

El piloto se mostró afortunado de poder tener como copiloto nuevamente a Diego Vallejo, al que calificó como "la clave del éxito del año pasado".

"Tengo el mejor copiloto que podía tener. Yo espero estar a la altura de Diego. El año pasado no cometió ningún error. No solo navegó perfecto, sino que me ayudó a gestionar la carrera que para mí tenía mucha presión y lo hizo de cine. Este año lo he vuelto a engañar y espero engañarlos muchos más años", bromeó.

Alonso y su posible llegada en 2020 al Dakar

"Si viene Fernando Alonso, que no me lo robe. Déjamelo un año más", continuó Fuertes en referencia a los rumores de que el doble campeón español de Fórmula 1 se anime a correr el rally en su edición de 2020.

El madrileño admitió que no sabe a ciencia cierta si Alonso se animará a hacer el Dakar, pero apuntó que "si viene será bueno para la carrera porque aumentará su repercusión".

Por su parte, Vallejo señaló que sería bonito compartir la caravana con el asturiano igual que hacen ya con Carlos Sainz, otro ídolo de toda la vida de ambos con el que guardan buena relación, pues Óscar fue alumno del doble campeón mundial de rallys y del dos veces ganador del Dakar.

Carlos Sainz. Foto: carlos-sainz.com

Fuertes expresó que tienen muchas ganas de que Sainz vuelva a repetir triunfo en el rally porque creen que es el equipo mejor preparado con el binomio que forma junto a su copiloto Lucas Cruz.

A Vallejo le gusta comparar la labor del copiloto con la del portero de fútbol, piensa que no son los que ganan los partidos pero sí pueden perderlos con el error más mínimo.

Sobre su experiencia con Fuertes, el copiloto gallego indicó que el madrileño "es un compañero excepcional, una persona muy inteligente que el año pasado supo gestionar muy bien la carrera.

"Me hizo muy fácil mi trabajo. Llegamos a hacernos grandes amigos tras estar tantos días metidos dentro de un habitáculo. Espero que sea así por más años", concluyó Vallejo, quien espera completar este año su cuarto Dakar.

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