Andreas Pérez Manresa, el joven piloto que falleció el pasado lunes a los 14 años tras un grave accidente en el circuito de Montmeló, ha sido despedido este jueves en una emotiva ceremonia de despedida en el Tanatorio de la Ronda de Dalt, en la ciudad de Barcelona, en la que amigos, familiares y allegados le han dado el último adiós.

"Fuiste un grande, Andreas, fuiste un grande", comentó Adolfo, el padre del piloto, en una ceremonia celebrada este jueves. Andreas Pérez ha sido finalmente enterrado en la montaña mágica de Montjuic. "Por favor, los que subáis a despediros de Andreas, hablarle como si estuviese vivo, él os oirá, creerme", comentó el padre. 

En el emotivo funeral no solo participó su familia, sino también compañeros de su colegio, el Sant Gervasi de Mollet de Barcelona, los amigos de las carreras y todos aquellos que conocían al pequeño Andreas, que tuvo un fuerte accidente el pasado fin de semana en Montmeló, donde fue arrollado y quedó en muerte cerebral, para fallecer un día más tarde.

"Solo puedo decirte hasta pronto, tú no has muerto", añadió su tía Miriam, que explicó una de las anécdotas que más emocionaron en la ceremonia. “El viernes me dio un par de vueltas por Montmeló, enseñándome los puntos críticos, las curvas que le gustaban, las que no. '¡Es mi tía Miriam!', gritaba. Y yo feliz, demasiado feliz”.

“Ha sido demasiado fácil ser tu padre, Andreas. No entiendo como hay padres que no logran conectar, compartir, las pasiones de sus hijos con ellos. Yo me he vuelto loco compartiendo mi vida contigo", relató Adolfo, padre de Andreas. "Te pregunté que preferías, si ganar el Mundial de Moto3 o tres Tours. Y tú, Andreas, dijiste 'tres Tours, papá'. Me quedé de piedra ¡con lo barato que nos hubiese salido!", dijo.

"Lo poco que estudiabas, pájaro, y las 'notazas' que sacabas, ¡que envidia!", relató en la ceremonia un amigo de Andreas Pérez. "Ahora te lo podemos decir, eras un niño guapo. Las niñas no se atrevían a decírtelo, pero nosotros lo sabíamos", comentó otro amigo durante el acto. 

Otros compañeros de colegio recordaron alguna de sus charlas durante el recreo, en el que el joven les contestaba, cuando siempre le preguntaban la peligrosidad que tenía dedicarse a las motos. "Es lo que más me gusta. Al menos tenemos el consuelo de que nos has dejado viviendo tu pasión a tope", afirmaron.

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