Ángel Nieto y otros pioneros caídos del deporte español

España es hoy una gran potencia deportiva. Pero no lo era ayer. En el siglo XXI nos hemos acostumbrado a éxitos seguramente inimaginables hace unas décadas: los 10 Roland Garros de Rafa Nadal, los dos anillos de la NBA de Pau Gasol, los dos Mundiales de F1 de Fernando Alonso, el éxito del deporte femenino (Mireia Belmonte, Ruth Beitia, Carolina Marín, la sincronizada...), los éxitos de la selección española de fútbol, baloncesto, balonmano...

Pero tantas alegrías en el deporte no era lo normal. Con la muerte de Ángel Nieto se va uno de los pioneros del deporte español, aquél que abrió la puerta al éxito en los años del blanco y negro (y también los del color), cuando España era irrelevante a nivel mundial en el deporte. Las victorias llegaban entonces a cuentagotas y lo raro era ganar. Por eso los 12+1 mundiales (siete en 125 cc y seis en 50 cc) de Ángel Nieto tienen un valor incalculable.

Solo Giacomo Agostini conquistó más títulos mundiales que él, pero Nieto será siempre el faro de una generación de pilotos españoles cada vez más amplia. Zamorano de nacimiento pero vallecano de adopción, desde 1967, cuando logró su primer podio en Assen, hasta 1986, cuando se retiró con 38 años, ganó 90 Grandes Premios.

Fue Ángel Nieto un genio creado en aquella España en la que pocos destacaban en el deporte, miembro de la primera generación de deportistas que deslumbró. Sin ellos hoy nuestro país sería otro. Recordamos a otros pioneros caídos que se abrieron camino donde prácticamente no lo había y que, al igual que Ángel Nieto, ya son leyenda. 

Severiano Ballesteros

Uno de los deportistas más internacionales de la historia del deporte español y uno de los mejores golfistas de todos los tiempos. Severiano Ballesteros es mucho más que un deportista que ganó dos Masters de Augusta (1980 y 1983), tres British Open (1979, 1984 y 1988) y cinco Ryder Cup (1985, 1987, 1989, 1995 y 1997). Es un símbolo del golf mundial.

Con golpes imposibles a la par que preciosos, el cántabro enamoró a un deporte que acabó venerándole por su forma de ser y de jugar y por su incansable trabajo en favor del golf. La Ryder Cup, por ejemplo, no se entiende sin 'Seve', el deportista que despertó el interés por el golf en España y que fue nombrado como el mejor jugador europeo del siglo XX.

En octubre de 2008 se le detectó un tumor cerebral que le obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. Falleció en mayo de 2011 a los 54 años.

Paquito Fernández Ochoa

Único oro español en toda la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno, el 13 de febrero de 1972 es uno de los grandes días del deporte nacional. En Sapporo (Japón), Fernández Ochoa lograba ganar la prueba de slalom, un hito mayúsculo y que todavía se mantiene. El otro metal de España en unos JJOO de Invierno es de su hermana Blanca, en Albertville 1992 (bronce).

El esquiador de Cercedilla fue aclamado a su llegada a España y rápidamente se convirtió en un icono. Fue siempre una referencia en el mundo del esquí español e internacional y uno de los personajes más queridos en nuestro país.

Al campeón olímpico le detectaron un cáncer que acabó con su vida en noviembre de 2006, a los 56 años, tras luchar durante casi un año contra la enfermedad que finalmente le venció.

Fernando Martín

Hoy es normal ver a españoles en la NBA, pero en la década de los 80 seguía siendo una quimera. Con Fernando Martín empezó todo, el baloncesto español se internacionalizó. Primer jugador nacional en ir a Estados Unidos, el madrileño escribió la historia un 31 de octubre de 1986, día en el que jugó sus primeros minutos con los Portland Trail Blazers.

Tres años más tarde, y cuando había regresado al Real Madrid, Fernando Martín perdió la vida en un accidente de tráfico cuando acudía a ver un partido del club blanco ante el CAI Zaragoza.

Joaquín Blume

En unos años en los que el deporte español era irrelevante y solo el Real Madrid triunfaba fuera de nuestras fronteras en la recién creada Copa de Europa, Joaquín Blume alcanzó algo imprevisible entonces: campeón de Europa (unos campeonatos que tenían valor como un Mundial debido al dominio de los países del bloque del Este) en gimnasia artística en 1957. Ganó el concurso general individual y tres aparatos: paralelas, caballo y anillas.

Blume no llegó a ganar nunca una medalla olímpica porque España no participó en los Juegos de Melbourne 1956 (protesta por la presencia de la URSS, que había invadido Hungría) y porque falleció de forma trágica en accidente de avión un año antes (1959) de los Juegos Olímpicos de Roma, donde partía como favorito.

Lilí Álvarez

Fue la primer mujer, la pionera de las deportistas españolas y en la época de la España aún subdesarrollada, en sus comienzos del siglo XX. Disputó tres finales de Wimbledon (1926, 1927 y 1928), pero Lilí Álvarez, nacida en Roma, no solo fue tenista: también practicó alpinismo, esquí, equitación o patinaje. Hasta pilotó coches de carreras. Participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1924.

Pedro Carrasco

Muy amigo de Ángel Nieto, formando ambos un tándem deportivo y mediático durante muchos años, Pedro Carrasco fue el tercer español en conseguir el título mundial (tras Baltasar Belenguer 'Sangchili' y José Legrá). Es el único boxeador español al que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) incluyó en su clasificación de los 40 mejores boxeadores de los últimos 40 años.

Alfredo di Stéfano

El mejor jugador de la historia del Real Madrid nació en Argentina, pero también fue español, jugando con nuestra selección. Gracias a la nacionalidad española pudo ganar los dos Balones de Oro que consiguió (1957 y 1959), ya que por entonces solo los futbolistas europeos podrían hacerse con el trofeo.

Es por ello que también metemos en esta lista a Di Stéfano, fallecido en 2014, campeón de cinco Copas de Europa con el club blanco, siendo el futbolista que cambió la historia del Real Madrid y también del fútbol en general.