España vivió este verano como su natación tocaba fondo durante los Mundiales y Europeos. Pero este mes de septiembre ve una llama de ilusión después de los excelentes resultados en el Mundial júnior que se celebró esta semana pasada en Lima. Allí, Emma Carrasco, Carlos Garach, María Ramos y Carla Carrón consiguieron seis medallas en el campeonato en el que David Popivici se volvió a mostrar como la estrella rutilante de este deporte.

La natación masculina española tiene un diamante en Carlos Garach. En Perú ha demostrado que él mismo se pondrá el listón donde quiera en el futuro después de proclamarse campeón en el 800 metros y el 1.500 metros libre, además de ser cuarto del mundo en el 400. El pupilo de Xavi Casademont dominó las pruebas de fondo de la piscina cerrando una de las mejores actuaciones españolas de la historia en edad júnior junto a las de Hugo González en 2017 y Mireia Belmonte en 2006.

Pero la femenina no se ha quedado atrás. Emma Carrasco fue la gran estrella con su oro en los 200 metros braza y el bronce en el 200 metros estilos. Junto a Lourdes Becerra sigue creciendo este gran talento de la natación nacional que ha vivido este verano su estallido. Además, María Ramos demostró que en las pruebas de velocidad también hay futuro con su plata en el 50 metros braza, mientras que el fondo tiene en Carla Carrón otra perla tras su bronce en el 800 libres.

Si España regresaba de un Europeo sin medallas por primera vez después de 16 años este verano, los más jóvenes tratan de demostrar que hay futuro. Antes de los éxitos de Garach y Carrasco, solo seis españoles habían sido campeones mundiales júnior: Hugo González en cuatro ocasiones, Mireia Belmonte dos veces, Alba Vázquez, Judit Ignacio y Bea Gómez. España se va de este Mundial como la sexta clasificada del mundo con seis medallas.

Quizá París 2024 llegue demasiado pronto para aplacar la crisis de resultados con estos jóvenes talentos. Sus nombres se suman a los que dejaron algunos brotes verdes en el desastroso verano de resultados como Carles Coll, Nico García, Mario Molla, Sergio de CelisLuis Domínguez en la natación masculina y Paula Otero en la femenina para dar un ápice de esperanza. Después de la tormenta llegará la calma y, ojalá, el regreso de los buenos resultados.

Será Garach quien se lleve los focos en este sentido. El nadador granadino del Churriana explotó a lo grande en el Open de Primavera, en el que logró mínimas para las cuatro grandes competiciones veraniegas a las que aspiraba. Nadó en todas, combinando incluso en clave absoluta piscina y aguas abiertas: Mundial de Budapest, Europeo júnior de Otopeni, Europeo de Roma y Mundial júnior de Lima. Aún así, sabía que el gran objetivo era el último y ha cumplido con creces con 18 años.

Más joven aún está destacando Carrasco. A sus 16 años, ya que cumple los 17 el 31 de diciembre, sumó estos dos éxitos mundiales a los cosechados a nivel europeo: un oro en el 400 metros estilos y un bronce en el 200 metros estilos. Tras empezar a destacar en el Inef de Lleida, se ha curtido en los últimos años en el CAR de Sant Cugat. La próxima temporada se pondrá a las órdenes de Ben Titley dentro del nuevo esquema de la natación nacional.