Rudolf Mang, plata en halterofilia en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, ha muerto a los 67 años en su gimnasio en la ciudad bávara de Bellenberg. Todo indica a que su fallecimiento se ha debido a un paro cardíaco, según adelantó el Ausburger Allgemeine.



El haltera alemán, una auténtica leyenda en el país, batió a lo largo de su carrera 42 récords germanos y mantiene todavía cuatro marcas mundiales –además de 19 júnior– . En los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 se quedó por detrás del ruso Wassili Alexejew y sólo pudo ganar la medalla de plata.



Tras aquellos Juegos Olímpicos, Rudolf Mang se retiró a la edad de 24 años. “Los doctores me dijeron que tenía muy castigadas lar articulaciones". Después, se dedicó a fabricar aparatos para aumentar el alto rendimiento en halterofilia y fundó un gimnasio en Bellenberg, donde vivía. “Mi única ambición ha sido subir peso. Me gusta más eso que montar en bicicleta o cualquier otra cosa”, reconoció al Ausburger Allgemeine.



La leyenda del deporte alemán se ha ido y lo ha hecho en el lugar que le vio cosechar sus más grandes hazañas: su gimnasio. Un paro cardíaco tuvo la culpa. El mundo de la halterofilia piensa rendile un homenaje. Descanse en paz.

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