Michael Conlan, uno de los mejores boxeadores de Irlanda, cayó eliminado en los cuartos de final del peso gallo (modalidad en la que fue campeón del mundo en 2015) en Río 2016. Bronce olímpico en Londres 2012 en peso mosca, cayó de forma controvertida en Brasil. Los tres jueces de su combate, realmente igualado, decidieron darle la victoria por unanimidad al ruso Vladimir Nikitin. Conlan reaccionó dedicando una 'peineta' a los árbitros y con unas declaraciones explosivas para la televisión pública irlandesa.

"En la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) son unos jodidos tramposos, no volveré a boxear para ellos. Son unos bastardos tramposos, pagan a todo el mundo. Me importa una mierda maldecir en televisión. Es el fin de mi oro olímpico. Han destrozado mi sueño. El boxeo amateur apesta por todas partes", declaró. Su enfado público, que podría ser motivo de sanción por la AIBA, traspasó fronteras y llegó hasta Swords, la localidad irlandesa cercana a Dublín donde vive Finn McManus. Un niño de cinco años que quiso tener un bonito gesto con Conlan, el deportista al que más admira.

Michael Conlan durante los cuartos de final olímpicos. Peter Cziborra Reuters

"No estaba deprimido, estaba enfadado tras el combate. Le dijo a su hermana Lily que quería escribirle una carta a Conlan y ella le ayudó a hacerlo", declaró su madre al diario irlandés Independent. Dicho y hecho: Finn agarró un folio y le dedicó unas emotivas palabras al boxeador, acompañadas de un obsequio especial: una medalla que el pequeño ganó en el colegio y que serviría para reemplazar la presea que su ídolo no pudo ganar en Brasil.

"Vi tu combate en Río y deberías haber ganado, porque eres el mejor boxeador del mundo. Quiero que tengas mi medalla del colegio porque eres un ganador. Espero que te guste", escribió Finn. La misiva no tardó en hacerse viral en las redes sociales tras una foto de la misma (acompañada de la medalla) que publicó la tía del niño. En el post que escribió para colgarla en Facebook, mencionaba a la también boxeadora irlandesa Christina McMahon, así que la imagen de la carta y la medalla no tardó en llegar hasta Michael Conlan.

"Mensaje muy emotivo el de este pequeño. Si alguien sabe quién es, ¿podría decirle que tengo un regalo para él?", escribió el boxeador en su cuenta de Twitter. El gesto del deportista irlandés tan sólo contribuyó a engrandecer la dimensión de la historia. Porque los ídolos no entienden de edades ni de circunstancias.

La otra historia viral de Conlan

El detalle del pequeño Finn y la buena acogida de Conlan no ha sido el único hito en las redes sociales del boxeador durante los pasados Juegos Olímpicos. Él y su compañero Paddy Barnes (que cayó en octavos de final del peso minimosca) decidieron bromear un poco con el golfista norirlandés Rory McIlroy, que no acudió a Río debido a la preocupación con respecto al virus Zika.

Ambos boxeadores aprovecharon la ausencia de McIlroy para vacilarle a través de Twitter durante sus primeros días en tierras brasileñas. Conlan abrió la veda al tuitear una foto en la que aparecía con el golfista estadounidense Rickie Fowler, acompañada del siguiente texto: "Eh, Rory... ¡Rickie dice que eres un mariquita por no venir!".

Al día siguiente, Barnes subió la apuesta tuitera de la pareja de boxeadores irlandeses al publicar una foto junto a la tenista danesa Caroline Wozniacki, que llegó a ser la prometida de McIlroy. "Eh, Caroline, creo que hacemos buena pareja. ¿Qué opinas, Rory?", adjuntó con la imagen.

McIlroy no tardó en responder a las bromas de Conlan y Barnes. Lo hizo de la misma forma que ambos, a través de Twitter y haciendo gala del buen rollo entre los tres: "¡Buena suerte, chicos! Si boxeáis tan bien como tuiteáis, deberíais tener dos oros garantizados", escribió entre risas.

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