La historia de Bárbara Pla es de esas que tienen un final feliz, pero con las que vas a estar en tensión hasta su desenlace. Aquellas historias en las que los sacrificios personales hechos durante años tienen la recompensa en un sueño que consigue ser realidad, cuando muchos lo tildaban de locura. El mayor sueño de esta catalana afincada en Getxo era disputar unos Juegos Olímpicos con el balón ovalado bajo sus brazos. Ahora ella y sus 11 compañeras lo han conseguido y estarán representando a España en Río 2016 en la nueva modalidad olímpica del rugby a siete.

¿Cómo ha sido todo tras el éxito del preolímpico de Dublín? ¿Están asimilando lo que han conseguido para el rugby español?

El Comité Olímpico Español y Alejandro Blanco en persona nos felicitó por la clasificación la semana pasada. Sí que hemos notado que este resultado ha tenido repercusión en los medios. Por fin se oye hablar de rugby y seguirá así durante las próximas semanas. Los Juegos ya están aquí y estamos concentradas en Jaca ultimando la preparación. Las sensaciones que compartimos todas las jugadoras son de alegría por haber conseguido el objetivo y estamos muy contentas de formar parte de esta fiesta del deporte mundial.

Aunque lo más seguro es que nos perdamos la ceremonia de inauguración, porque justo comenzamos a competir a la mañana siguiente. Las distancias entre las sedes son amplías, según nos han comentado, y nos han recomendado estar descansadas. Aún no sabemos si vamos a poder vivir la noche en Maracaná, pero que todos los males sean esos porque lo importante es que estamos en estos Juegos Olímpicos.

¿Cómo se presenta la competición para Río 2016?

Estamos encuadradas en un grupo difícil con Nueva Zelanda, Francia y Kenia. No partimos como favoritas, hemos sido las últimas en lograr clasificarnos para Río. Por un lado, eso te quita algo de la tensión con la que empiezas un partido, pero a la vez te hace ser más responsable, porque queremos llegar lejos y conseguir al menos un diploma olímpico. Ese es ahora nuestro objetivo. Es una obligación moral con las jugadoras que vienen por detrás. Es una forma de asegurar el futuro del rugby seven femenino. Pero vamos a ir partido a partido, estamos con confianza.

Además, vamos a ser las que de alguna manera inauguremos la disciplina del rugby a 7 en la historia de los Juegos Olímpicos, ya que jugamos el primer partido de la competición frente a Francia. No sé, parece algo especial. Todo el torneo va a ser muy especial para todas las jugadoras.

Pla en un encuentro reciente con España. FER

¿Cómo ha sido la evolución del equipo en estos últimos años?

Bueno, para nosotras el objetivo de llegar a unos Juegos Olímpicos nace el mismo día que el Comité Olímpico Internacional confirma al rugby seven (como más lo conocen los jugadores) como nueva disciplina olímpica en 2009. Desde entonces nos pusimos a trabajar duro, a entrenar mucho durante horas para estar bien preparadas, porque el rugby exige mucho, tanto física como mentalmente.

Tocaba compaginarlo con la competición del rugby XV, a lo que añadir muchos sacrificios personales, tanto con la vida personal, con tiempo perdido con las familias o parejas, como con la dificultad de armonizarlo con nuestro trabajo, porque aquí empezamos todas siendo amateurs.

En 2013, logramos el cuarto puesto en el Mundial de Seven de Moscú. Nos quedamos a un paso de las medallas, pero conseguimos las becas ADO, lo que nos ha servido para mejorar la preparación de cara a Río 2016. Aunque tras el Mundial, nada fue fácil. El rugby español sufrió una temporada realmente convulsa debido a una mala gestión federativa y nosotras también nos vimos afectadas. Las concentraciones no se prepararon bien, cambiaron nuestras condiciones y bajaron nuestros resultados. Yo me planteé incluso renunciar a la selección. Llegó un momento en el que todo el esfuerzo realizado durante años ya no merecía la pena.

Pero, con el cambio de presidente (tras la intervención del CSD) y el regreso de José Antonio Barrio ‘Yunque’ como seleccionador de seven, se volvieron a recuperar sensaciones y el equipo creció de nuevo en los dos últimos años. Aunque veíamos que se iban pasando las oportunidades de clasificarnos, primero por las Series Mundiales, luego con el Europeo, nos llegó nuestro primer ‘matchball’ con el torneo de clasificación al preolímpico, y lo ganamos. Toda esta temporada ha estado centrada en llegar en plenas condiciones a Dublín, mientras íbamos evolucionando durante las Series Mundiales tanto en la preparación física como en el trabajo psicológico.

¿Con qué sensaciones viene el equipo tras lograr la histórica clasificación para los JJOO 2016?

El haber logrado clasificar a unos Juegos Olímpicos ha sido el mayor logro deportivo de todas nosotras, más que disputar los Mundiales de XV o de Seven. Para mí personalmente ha sido especial, porque me rompí la mandíbula nada más empezar la temporada en un torneo amistoso. He estado siete meses y medio de recuperación y regresar justo para disputar el preolímpico, donde nos jugábamos tanto, ha sido algo muy emocionante.

El equipo llega con mucha madurez después de superar torneos donde las cosas no salían como queríamos, después de salir del campo llenas de golpes y moratones. Como comentaba antes, el trabajo de todo el cuerpo técnico desarrollado durante la temporada ha permitido que, jugase quien jugase, el equipo nunca bajara la intensidad y la calidad durante los partidos del preolímpico y eso nos hizo ganar. En ningún momento vimos peligrar la final, teníamos mucha seguridad en nosotras mismas gracias a la fuerza de todas las jugadoras y su capacidad mental.

Las jugadoras españolas celebran la clasificación para Río. FER

¿Cree que este éxito del rugby español de disputar unos JJOO en ambas categorías puede ayudar al desarrollo del deporte ovalado en nuestro país?

Espero que sí. Por un lado, que la Federación Española sepa gestionarlo bien. Esa va a ser la clave del éxito de haber logrado esta clasificación por partida doble. Porque sí, ahora los medios están atentos, se interesan por nosotros. Algo que llevábamos reclamando desde hace años. Pero, ¿y tras los Juegos? Ahí es cuando toca el trabajo de fondo para aprovechar este impulso.

Nos gusta ver cómo la gente está ilusionada, animada porque estemos en unos JJOO. Los que llevan años dentro del rugby y que nos han ayudado van a seguir igual o más implicados, incluso han llegado a trabajar gratis para acompañarnos en nuestro sueño, que también es culpa de ellos.

Ahora, con los Juegos de Río 2016, disfrutaremos del rugby a 7 y de muchos otros deportes minoritarios, que prácticamente pasan desapercibidos durante el resto del año y hasta durante cuatro años para el común de los televidentes. Yo misma he sido una loca de los Juegos, disfrutando de todo tipo de disciplinas olímpicas. Ahora, formaremos parte de ellas en primera persona.

¿Se ha planteado su futuro tras los Juegos Olímpicos?

Ya llevo años pensando sobre mi futuro tras Río 2016 y tengo ganas de ser madre después de todos estos años de esfuerzo y sacrificio. Los Juegos han sido una meta y la verdad es que me gustaría intentar ahora otra muy importante: ser madre. Aunque no le voy a negar que después de esta temporada de pocos partidos por la lesión en la mandíbula no me decida a seguir compitiendo y jugar más Series Mundiales y disputar el próximo Mundial XV. ¡Ya lo veremos!

España disputará el primer partido de rugby a 7 olímpico de la historia. FER

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