Sandro Rosell y su familia están sufriendo en sus carnes el peso de la justicia. O, al menos, eso aseguró el abogado del expresidente del Barcelona: "Su familia no tiene ni para comer", reconoció en los micrófonos de la radio catalana RAC1. 

El expresidente del Barcelona lleva seis meses en prisión preventiva por los cargos de blanqueo de capitales y organización criminal a los que se enfrenta por haber percibido, presuntamente, comisiones ilícitas (de casi 15 millones de euros) por la venta de derechos de televisión de 24 partidos de la selección brasileña. 

Rosell lleva detenido desde el pasado 23 de mayo, cuando la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ordenó su ingreso en la cárcel de Soto del Real sin fianza: estimaba que el expresidente podría destruir pruebas e incluso fugarse. Desde entonces, sus abogados han intentado que salga hasta en tres ocasiones, pero la magistrada se ha negado. 

Una situación que ha derivado en los problemas que actualmente vive su familia: "Le han embargado todo, las cuentas. La familia vive de la caridad de otros familiares. Si dependiera de ellos no tendrían ni para comer. También se han llevado los coches que están a nombre de Sandro", reconoció su abogado en la radio.

A su vez, su abogado criticó la lentitud de la justicia española ("¿En la cárcel hasta febrero? Sería una injusticia") y comparó el caso de Rosell con el de otros a los que, según él, se han tratado mejor: "Ignacio González, encausado por malversación de dinero público, ha estado siete meses en la cárcel y ya está fuera. Villar también está fuera después de haber pagado una fianza de 300.000 euros. Lo anormal es lo que pasa con Rosell, los consellers de la Generalitat y los Jordis", sentenció. 

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