El Ayuntamiento de Vigo, propietario del estadio de Balaídos, anunció este viernes que la grada de Río permanecerá cerrada "por falta de seguridad" durante el partido que el próximo domingo enfrentará al Celta con el Atlético de Madrid.

Esta parte del campo vigués es la misma que provocó la suspensión del partido Celta de Vigo - Real Madrid del pasado mes de febrero, debido al fuerte temporal que azotó a Galicia aquella noche. Aquello trajo una polémica entre el club blanco y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que llevó a cruces de declaraciones y fuertes críticas.

Por el motivo de esos problemas en Balaídos, el Celta de Vigo pidió a la Liga de Fútbol Profesional la suspensión del partido, algo que la LFP les negó. El equipo gallego, sabiendo esa decisión, puso otra opción encima de la mesa: que se jugará este domingo en el Wanda Metropolitano y que el encuentro de la segunda vuelta fuera en Balaídos. El Atlético dijo también que no.

La grada de Río, que tiene alrededor de 7.500 abonados, ha vuelto a abrir el debate sobre la seguridad de Balaídos, ya que ha tenido problemas dos veces en menos de un año. También queda en entredicho la gestión: contra el Madrid se acabó suspendiendo y ahora directamente se cierra esa grada, algo que no se hizo ante el club blanco. El Celta ya ha anunciado que devolverá el dinero a sus aficionados.

"Una vez bajada la estructura y sometidas las esferas en las que se encajan las barras a las pruebas pertinentes, los ingenieros de la dirección de obra confirman que no se puede garantizar la seguridad en esa grada durante el partido del domingo", explicó el ayuntamiento en su comunicado. A principios de semana los operarios detectaron que un total de 13 de las barras metálicas de la estructura del módulo central de la cubierta se habían soltado.

Varios aficionados del Celta de Vigo se acercaron este sábado a las taquillas de Balaídos para pedir una solución. "Es una vergüenza que los socios que pagamos religiosamente nuestra cuota no recibamos ninguna explicación y no podamos asistir al partido. Y lo peor es que en las taquillas no había nadie para explicarlos nada. Sólo pedíamos una explicación", explicó a EFE una aficionada celeste.

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