El equipo catalán ha emitido a la Real Federación Española de Fútbol la demanda laboral que el 11 de agosto interpuso contra el jugador en la que le exige "la cantidad ya liquidada correspondiente a la prima de renovación por incumplimiento de contrato; 8,5 millones de euros en concepto de daños y perjuicios; y un 10% adicional en concepto de mora". 

La demanda se ha producido pocos días después de que el extremo se mostrara tan crítico con la directiva del Barcelona: “Hay directivos del Barça que no pueden estar ahí. "Pasé cuatro años muy feliz, el Barça merece mucho más. Tengo muchos amigos allí, espero que las cosas mejoren para el Barça y vuelva a ser un equipo que pueda competir"”, declaró tras su debut de corto con el equipo parisino. 

Las declaraciones del brasileño son un nuevo jarro de agua fría para una junta directiva que se está quedando sin apoyos. Después de la fractura de la MSN, la incapacidad de Bartomeu para fichar a unos sustitutos de nivel podría ser decisiva para que el 'soci' culé se harte del todo. De momento, sin Seri, sin Dembele, sin Coutinho y sin Di María, pero con Paulinho, las expectativas no son demasiado altas. No obstante, Bartomeu tiene casi dos semanas para intentar superarlas. 

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