Carlos Slim, el cuarto hombre más rico del planeta según la revista Forbes, es mexicano. Consiguió su fortuna, calculada en unos de 73.600 millones de dólares, invirtiendo desde muy joven en bienes raíces en México DF, pero consiguió su verdadero sueño cuando el mundo del deporte le abrió sus puertas. Posee un 30% de los clubes Pachuca y León, aunque la niña de sus ojos es el Real Oviedo, histórico del fútbol español al que rescató de una desaparición segura y en el que ahora obra milagros: en el Carlos Tartiere la Coca-Cola no es roja, es del mismo azul que la camiseta del equipo carbayón.

La temporada 2017-2018 ha comenzado en Oviedo con una curiosa estampa. Según informa La Nueva España, la nueva normativa en Segunda División, vigente en Primera desde la pasada temporada y que afecta al estado del césped, la ubicación de los aficionados en las gradas o la atención de los técnicos y jugadores a los medios, obliga a los clubes a identificarse con un color concreto y engalar con él su estadio. Por eso en el Carlos Tartiere, la Coca-Cola es azul.

Se desconoce si ha habido alguna reacción por parte de la empresa de refrescos de Atlanta, aunque lo cierto es que no es la primera vez que Coca-Cola se viste de azul en un estadio de fútbol. Primero fue en Oporto, donde la famosa bebida se convirtió en patrocinador principal de los Dragones e incluso lanzó una intensa campaña publicitaria para diseñar nuevos modelos de botellas y latas con el azul del conjunto donde hoy juega Iker Casillas, y después en Anoeta, donde en 2012 también pudieron verse carteles publicitarios con colores azul y blanco del conjunto txuri-urdin.

Uno de los bares de Anoeta en el año 2012.

En cualquier caso, en Oviedo podría interpretarse como un milagro de Carlos Slim, pues el multimillonario mexicano no sólo rescató al conjunto ovetense de la ruina cuando estaba al borde de su desaparición, sino que ha conseguido, a través de uno de sus conglomerados de empresas, el Grupo Carso, minimizar la deuda del conjunto asturiano y convertirlo en uno de los equipos punteros de Segunda División a pesar de su derrota en casa en el estreno de la nueva temporada (2-3 ante el Rayo Vallecano). De hecho, se calcula que su inversión ronda ya los 15 millones de euros y los aficionados lo notan, pues la grada ronda el récord histórico de aficionados logrado en la temporada 2015-2016 de más de 20.500 abonados.