El Celta de Vigo, tras el golpe que supuso caer este jueves ante el Shakhtar Donetsk en la Europa League, buscará con rotaciones en su once inicial levantarse de nuevo este domingo ante el Osasuna, que también necesita sumar los tres puntos en Balaídos para seguir soñando con la salvación.
El espectacular rendimiento de los celestes en el mes de enero, con una sola derrota en ocho partidos, no ha tenido continuidad en febrero, donde el equipo ha caído en semifinales de la Copa del Rey, se ha complicado su continuidad en la competición europea tras el 0-1 ante los ucranianos, y se ha dejado remontar en el Vicente Calderón un partido que ganaba en el minuto 85.
Cuatro partidos sin ganar -los dos de Copa ante el Alavés, el de Liga frente al Atlético y la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League- han bastado para que una parte del celtismo señale al técnico argentino Eduardo Berizzo, a quien se le critica el planteamiento conservador de Mendizorroza o su decidida apuesta por el belga Theo Bongonda.
Osasuna viaja presionado a Vigo, por su situación en la tabla y la victoria del viernes del Granada, en busca de un triunfo que no acaba de llegar y que limita cada semana las opciones de permanencia del equipo navarro, que afronta además un complicado calendario.
Tras el enfrentamiento ante el Real Madrid en El Sadar, donde los 'rojillos' tuvieron posibilidades de sorprender al líder, Osasuna encara dos encuentros consecutivos lejos de Pamplona, ante el Celta y el Espanyol, para regresar a casa frente al Villarreal.
El conjunto pamplonés, colista a 8 puntos de la permanencia, solo ha ganado un partido de Liga y únicamente ha vencido una vez en Vigo en Primera División, por lo tanto se mide al Celta con las estadísticas en contra.
La consigna ante le Celta es no encajar gol, algo que solo ha logrado en un partido de todo el campeonato, precisamente ante el Celta en el encuentro de la primera vuelta en la cuarta jornada, ya que recibe más de dos goles por partido.