Hugo Lloris no sólo fue protagonista de la primera mitad del Uruguay - Francia de cuartos de final del Mundial por su impresionante parada tras un cabezazo de Cáceres. El portero titular de la selección francesa dejó, más allá del que posiblemente sea el paradón del torneo, otra imagen muy llamativa. La culpa de todo la tuvo, por increíble que parezca, una libélula.

En pleno encuentro y sin previo aviso, el bicho decidió detener su revoloteo por unos instantes. ¿Dónde fue a posarse? En la boca de Lloris. El guardameta, que no tardó en advertir su presencia, se deshizo de la libélula de la mejor forma que pudo: escupiéndola.

La 'parada' fue tan o más meritoria que la que el portero de Francia tuvo que realizar minutos más tarde ante la mejor ocasión del combinado uruguayo en los 45 minutos iniciales. Desde luego, el encontronazo con el insecto fue bastante incómodo para Lloris, pero lo sobrellevó de forma impecable.

Eso sí, tuvo la suerte de que apenas había transcurrido un cuarto de hora de partido. Todavía no había demasiado peligro en el área gala, así que el jugador del Tottenham podía permitirse una distracción así. En cuanto el momento traspasó el terreno de juego y llegó a las redes sociales, todos celebraron la gran intervención de Lloris. Capaz de parar balones, pero también libélulas.

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