Uruguay 1930. Suecia 1958. Y Moscú 2018. El Apocalipsis es real. Italia, la selección tetracampeona, no estará en el próximo Mundial. Un drama por la forma en que se ha roto con la historia de una de las mejores selecciones pero, especialmente, por el deplorable momento del combinado de Giampiero Ventura, incapaz de levantar ante Suecia el 1-0 de ida y no pasar del empate sin goles en Milán, donde su público también se ocupó de avergonzarles antes incluso del inicio con una intolerable pitada al himno de los nórdicos. [Narración y estadísticas: 0-0]

Trataba Gianluigi Buffon en vano de limpiar del aire los pitos de sus aficionados con los aplausos sordos de sus manoplas. Trataba Buffon de aportarle algo de clase y fair play a un Giuseppe Meazza que debía sentir tanta vergüenza de los suyos que la pagó con una falta de respeto impropia hacia el rival. De nada sirvieron los intentos del portero, como tampoco el estilo que reviste cada una de sus acciones. El portero, al borde de la retirada, apenas tuvo trabajo ante Suecia, aunque sus compañeros tampoco pusieron mucho a prueba a su homólogo sueco.

Esta Italia ha destruido todo el legado de Antonio Conte, aquella vuelta a la identidad perdida en la pasada Eurocopa a pesar de caer en los cuartos de final ante Alemania. Esta Italia no tiene gol ni el catenaccio que hiciera famosa a la transalpina. Esta Italia apenas brilló media hora ante España en aquel empate (1-1) en Turín en la fase de grupos. Esta Italia, absolutamente incapaz ante una Suecia timorata y que lo fió todo a defenderse en territorio enemigo, no tiene nada, absolutamente nada.

De hecho, más allá de la parada de Olsen al trallazo de El Shaarawy en el 86 o de los cinco minutos de asedio transalpino justo antes del descanso, Suecia mereció mucho más que el 0-0. Los nórdicos lo fiaron todo a aguantar y buscar una contra que nunca llegó, aunque sí debieron haber marcado y no una vez, sino dos porque Mateu Lahoz, el árbitro español del encuentro, 'se comió' dos penaltis por sendas manos claras de Darmian y de Barzagli, ambas en la primera mitad del encuentro.

Un resultado que deja fuera de Rusia 2018 a la tetracampeona, que únicamente se había perdido los Mundiales de Uruguay 1930 y Suecia 1958. De hecho, Italia, campeona del mundo en 1934, 1938, 1990 y 2006, campeona de Europa en 1968, ha participado en 11 copas del mundo de forma consecutiva, con lo que la eliminación duele de forma especial. Igual que por el hecho de suponer, de facto, la retirada del fútbol internacional de Buffon, quien con 39 años afrontaba en Rusia el que sería sin duda su último gran campeonato y la posibilidad de superar el récord de participación del alemán Lothar Matthäus y del guardameta mexicano Antonio Carbajal, ambos con cinco mundiales.

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