La FIFA está investigando por dopaje a la totalidad de la selección rusa de fútbol que compitió en el Mundial de Brasil 2014, según ha publicado en exclusiva la edición dominical del Daily Mail. El escándalo se destapa justo un año antes del próximo torneo mundialista, a celebrar en Rusia, con cuatro jugadores de aquel equipo (cinco contando a Yuri Zhirkov) presentes en la Copa Confederaciones que se disputa estos días (en la que, por cierto, el equipo ruso ya ha concluido su participación sin acceder a las semifinales).

La investigación del Mail estipula que los 23 integrantes de la expedición rusa en tierras brasileñas y otros 11 futbolistas profesionales están en una lista de más de 1.000 personas consideradas de interés por motivos de dopaje. Hasta la fecha, el fútbol se había librado de la sombra de las prácticas dopantes que se cierne sobre el deporte ruso, pero ya no hay vuelta atrás: esta es la primera vez que un conjunto futbolístico, en su totalidad, es investigado por este motivo.

El rotativo británico ha podido acceder a varios emails en los que, por ejemplo, se detallan los procedimientos para diluir un alto nivel de esteroides en muestras de orina. En alguno de ellos, el que fuera jefe del programa de dopaje ruso llega a reconocer: "Han perdido sus últimos resquicios de conciencia". Esta nueva revelación es sólo una evidencia más del sistema para enmascarar prácticas dopantes que se lleva practicando en el deporte ruso durante años, destapado de forma progresiva desde 2013.

En los últimos Juegos Olímpicos de Río 2016, 111 deportistas rusos fueron expulsados de la competición, incluidos casi todos los miembros del equipo de atletismo. Se tomó esta decisión porque la Agencia Mundial Antidopaje descubrió un dopaje de Estado masivo, que se encargaba de cubrir los positivos. Se llevó a cabo de forma "industrial" en los Juegos de Invierno de Sochi 2014 y contó con el beneplácito del ministerio de Deportes ruso y de la agencia de seguridad del país.

En el caso de los futbolistas, lo que ha llamado la atención de las autoridades antidopaje han sido las irregularidades de una gran cantidad de muestras de orina. La lista de deportes susceptibles de trampa también incluye a la natación, el boxeo, el ciclismo, la halterofilia, el skating, el esquí, el bobsleigh y el hockey sobre hielo, entre otras modalidades.

El último escándalo de toda esta trama, el que afecta al deporte rey, no puede resultar más embarazoso para el presidente de la Federación Rusa de Fútbol, Vitaly Mutko. El hombre fuerte del Mundial que se celebrará en su país el año que viene alega no saber nada de toda la polémica. También fue ministro de Deportes y en su momento llegó a acusar al Daily Mail de orquestar una campaña propagandística contra Rusia.

Desde Moscú se apunta que la única razón por la que Vladimir Putin ha seguido confiando en Mutko es porque este le aseguró que era un hombre clave para que la FIFA mantuviese la sede mundialista de 2018 en Rusia. Ahora, el fútbol también está en la picota y la situación no puede ser más comprometedora a un año de la celebración del evento.

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