Victoria con polémica y por la mínima del Bayern de Múnich. Los de Hans-Dieter Flick se hicieron con la victoria en el Signal Iduna Park después de una primera mitad de mucha intensidad en la que Joshua Kimmich impuso su superior calidad para marcar la diferencia. Una increíble vaselina desequilibró la balanza a favor del líder de la Bundesliga que sale reforzado de este partido y con medio título en su bolsillo.

Los bávaros salieron superiores del ida y vuelta de ocasiones que fue la primera parte. Ambos tuvieron que salvar sobre la línea de gol varias ocasiones, pero el ritmo bajó mucho en la segunda mitad y finalmente un único tanto sirvió para dar un golpe tremendo a la Bundesliga.

La polémica vino en la segunda parte cuando, en un disparo dentro del área de Erling Haaland, que se retiró lesionado, fue desviado por Jerome Boateng con el brazo. El noruego estuvo un tanto poco acertado en el encuentro y esas molestias con las que se retiró cojeando, no parecen ayudar a pensar que el Borussia puede hacer algo para remontar esa distancia de siete puntos entre los dos equipos que impera ahora en la clasificación.

Kimmich para calmar a la fiera

El partido comenzaba con intensidad después de que el jugador más en forma en el Borussia Dortmund probablemente en este regreso del fútbol, Julian Brandt, infiltrara un gran balón en profundidad a la espalda de los defensas del Bayern a los 30 segundos de partido que Thorgan Hazard no pudo aprovechar por la salida de Manuel Neuer, pero que Haaland sí pudo cazar y tuvo que salvar bajo palos Jerome Boateng.

El mismo Brandt volvió a avisar a Neuer con un disparo desde la parte izquierda del área, pero no logró perturbar al guardameta alemán que estaba teniendo más trabajo del deseado en el arranque del encuentro. La verticalidad de este Borussia estaba perturbando completamente a la defensa del Bayern, que no frenaba la salida de balón rápida del conjunto de Renania del Norte. Otra gran llegada de Hazard no podía ser correspondida por Haaland, pero sí lo fue el rebote de esa jugada que culminaría Raphael Guerreiro, otro en una estupenda forma, pero Hazard estaba en fuera de juego.

Los directivos de Borussia Dortmund y Bayern de Múnich, en la grada del Signal Iduna Park REUTERS

La intensidad del partido estaba cumpliendo con lo que se juegan ambos. Thomas Müller metió el miedo en el cuerpo de Roman Burki cuando estuvo a punto de peinar un centro tendido por Joshua Kimmich. El Bayern respondía. El conjunto bávaro igualaría este intercambio de golpes con un extraordinario pase de Thomas Muller hacia Kingsley Coman que, a su vez, dejaba solo en el área pequeña a Serge Gnabry cuyo disparo salvó bajo palos Lukasz Piszczek.

Le empezaba a darle la vuelta al dominio del Borussia el Bayern gracias a esa sociedad Coman-Gnabry. El francés entraba en el área cuando se llegaba a la mitad de la primera parte, pero su disparo fue repelido por Burki. Aún así el Dortmund volvería a la carga a través de esa referencia que tiene en Haaland. Una conducción de Hazard caía en los pies del noruego, pero su disparo no llegaría a buen puerto desviado por un defensa.

Lo único que le estaba separando del gol al joven ariete es que, por ahora, es muy zurdo. Si en esa primera gran ocasión del gol anulado al Borussia no pudo rematar porque quiso perfilarse, le volvería a suceder en una carrera en la que superó sin dificultades a Boateng. La rectificación de Alphonso Davies, que sigue demostrando madurez a pesar de sus 19 años, palió la contra del equipo local.

Si alguien estaba destacando en esta primera parte era Kimmich. No solo porque estaba dando sentido a los ataques bávaros, si no porque su calidad estaba opacando a la de Brandt y terminó por desnivelar este duelo con un tremendo gol. Un balón que quedaba suelto en la frontal tras una recuperación suya, un ejemplo más de su perfecto posicionamiento, la aprovechaba mirando hacia la portería, viendo a Burki ligeramente adelantado y colocando una vaselina en la escuadra perpendicular a su posición para hacer el primero del partido y acercar al título de la Bundesliga a su equipo.

Se confirma el jaque-mate

Lucien Favre quiso cambiar el panorama del partido con dos cambios al descanso. No volvieron Brandt ni Thomas Delaney que dejaron su puesto a Jadon Sancho y Emre Çan. El técnico francés lo apostaba todo a la velocidad, el ritmo y la contra ante el dominio del Bayern que imperó en el último tramo de la primera parte. Mahmoud Dahoud quería dar la razón a su entrenador y, según se asomó al área rival, trató de sorprender a Neuer pero su disparo fue manso a las manos del guardameta alemán.

Pero, pasados los primeros diez minutos de la segunda parte no parecía tener el efecto que esperaba el cuadro Borusser. Sancho mostró dos grandes imprecisiones en campo propio que propiciaron dos ataques del equipo visitante. En uno de ellos, Leon Gorezka se sacó un derechazo para el que Burki tuvo que estirarse y desviar a córner. El inglés no parece en la misma forma que antes del parón por el Covid-19.

Parecía que la única forma de atacar era buscar en largo a Haaland, pero el noruego no estaba teniendo mucha fortuna con sus controles. En la mejor combinación de lo que iba de segunda mitad por parte del cuadro de Favre el balón llegó a los pies del delantero dentro del área, pero una afortunada caída de Boateng desviaba su disparo. La repetición mostró que lo había hecho con el brazo, pero ni el árbitro ni su asistente desde el VAR indicaron nada. 

Aunque el Bayern no estaba llegando tanto como en el intercambio de la primera parte, estaba más cómodo sobre el campo que el Borussia. Favre apeló a Gio Reyna para agitar un partido que se estaba estancando. El estadounidense salió por Erling Haaland que, antes del cambio, no podía más y trataba de llegar a un centro envenenado de Sancho. El noruego se iba roto y, aparentemente, con problemas musculares.

No es que su incidencia estuviera siendo importante, pero el Borussia se estaba asomando al área de los visitantes amenazando con el empate. Un centro raso de Emre Çan llegaba a los pies de Thorgan Hazard quien solo, delante de Neuer, la mandaba fuera. En cualquier caso estaba en fuera de juego. Favre pedía un último servicio a la causa de Mario Götze, que ya ha anunciado que no renovará y saldrá de la Bundesliga cuando termine la temporada.

Se confirmaba el paso atrás del Bayern en los últimos quince minutos del partido y un disparo de Dahoud que iba centrado complicó a Neuer y estuvo a punto de colarse. El empate estaba más cerca del segundo gol. Aún así, tener a Robert Lewandowski es tener un comodín en tu mano. El polaco se sacó un disparo aislado desde la frontal aprovechando una contra con el Borussia roto que solo el palo pudo evitar que viera portería ante su exequipo.

Flick cerraba el equipo introduciendo a Lucas Hernández y a Javi Martínez para asegurar el resultado. El Borussia estaba viendo cómo la Bundesliga se le marchaba en su propio estadio. Al equipo local le crecieron todos los enanos que podían en el circo que fue el partido. Ese pulso que le echó al principio del partido volvió a evidenciar que el Bayern sigue siendo el más fuerte.

Borussia Dortmund - Bayern de Múnich

Borussia Dortmund: Bürki; Piszczek (Götze, 80'), Hummels, Akanji; Hakimi, Dahoud (Witsel, 85'), Delaney (Can, 46'), Guerreiro; Hazard, Brandt (Sancho, 46'); y Haaland (Reina, 72').



Bayern de Múnich: Neuer; Pavard, Boateng (Hernández, 85'), Alaba, Davies; Kimmich, Goretzka; Coman (Perisic, 73'), Müller, Gnabry (Javi Martínez, 87'); y Lewandowski.



Gol: 0-1, 43', Kimmich.



Árbitro: Tobias Stieler, que amonestó a Hummels, Dahoud, Müller y Davies.



Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de la Bundesliga alemana disputado en el Signal Iduna Park de Dortmund a puerta cerrada. Al comienzo del partido se guardó un minuto de silencio por los muertos del coronavirus en todo el mundo. 

[Más información: El Gobierno autoriza el regreso de La Liga y el fútbol español la semana del 8 de junio]

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