Ganar un título siempre deja buen sabor de boca, libera endorfinas, dispara la mente. Hay quien sólo sabe gritar de felicidad, correr de un lado para otro, hacerse fotografías con todo el que pasa cerca y, a ser posible, sin soltar la copa. De todo se vio en el césped del Parc de Lyon tras la victoria del Atlético sobre el Olympique de Marsella en la final de la Europa League (0-3). Incluido el que ya no sabía ni lo que se decía por la felicidad absoluta del momento. Fue el caso de Enrique Cerezo, el presidente rojiblanco, al que las matemáticas le jugaron una mala pasada.

A falta de saber qué pasará con el futuro de Antoine Griezmann, el presidente se sabe el discurso de memoria. "Ha hecho un partido fantástico y ha metido dos goles, que es lo que tienen que hacer los delanteros. Ahora mismo es jugador del Atlético de Madrid y punto". Siguiente pregunta. ¿Es una buena temporada? "Hemos hecho una buenísima temporada: hemos estrenado un estadio fantástico, seremos segundo en La Lihga Española y hemos conquistado un título europeo. No se puede pedir más".

Cerezo estaba exultante después de felicitar a todos sus jugadores junto a Felipe VI y al presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, sobre el mismo césped del estadio y ahí llegó la anécdota del día en los micrófonos a pie de campo de BeIn Sports. ¿A pesar de que los aficionados del Olympique eran muchos más por cercanía no han podido silenciar a los del Atlético? "Sí, el estadio era prácticamente tres cuartos del Marsella y un tercio del Atlético". Un error que provocó más de una sonrisa y que quedará como un situación graciosa dentro de las celebraciones de la tercera Europa League del Atlético de Madrid.

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