España logró el pase a cuartos de final en un partido loquísimo, con muchas alternativas, con emoción, con ocho goles y con una prórroga. Quizá la Selección de Luis Enrique diste mucho del estilo y de la fiabilidad de la que conquistó Europa y el mundo entre 2008 y 2012, pero, al menos, ha recuperado la furia. El orgullo y la casta fueron las que llevaron a España a ganar a Croacia con dos tantos en la prórroga y tras haber sufrido una remontada en los siete últimos minutos del tiempo reglamentario. [Narración y estadísticas: Croacia 3-5 España]

Un guion de partido que te lo firma el mismísimo Berlanga y un final de los de antaño, cuando la Selección celebró como un título el pase a cuartos con aquel gol de Alfonso a Yugoslavia en el 2000 o, ya mucho más vintage, el tanto de Señor para culminar el necesario 12-1 a Malta en el 1983.

Unai Simón y Álvaro Morata fueron villanos y héroes. Un autogol del primero, una nueva ocasión fallada del segundo... todo parecía ir encaminado hacia la desgracia, pero ambos acabaron siendo héroes con la misma facilidad con la que Clark Kent se viste de Superman. Un paradón del guardameta y un gol del delantero en la prórroga pusieron a España rumbo a San Petersburgo.  

España pasó del autogol que fue el 1-0 al 1-3 a favor tras una gran reacción y los goles de Sarabia, Azpilicueta y Ferrán Torres. Sin embargo, Orsic y Pasalic, en el descuento, empataron y enviaron el encuentro al tiempo extra. Épica o barbarie. 

Y tocó épica. Porque si algo ha demostrado tener esta Selección es orgullo y casta. No tendrá un fútbol tan brillante como el de otras generaciones, pero nunca se da por vencida. Entre las paradas de Unai Simón y los tantos de Morata y Oyarzabal evitaron que los penaltis dieran un final aún más dramático a esta eliminatoria. 

El autogol de España

Sin Gerard Moreno ni Marcos Llorente decidió jugarse los cuartos Luis Enrique ante Croacia. El seleccionador español también dejó fuera a Jordi Alba, que había sido titular en los tres encuentros anteriores, en otra elección sorprendente. Por su parte, Dalic dio el control a España en los primeros minutos y mantuvo a su equipo ordenado esperando una oportunidad.

La primera gran ocasión fue para Koke, que desaprovechó un claro mano a mano. Pedri filtra un pase entre los defensas y el jugador del Atlético tira al muñeco. Tampoco acertó Morata con un cabezazo que impactó en la mano de Vida, pero es involuntaria y está abajo. 

Álvaro Morata remata de cabeza dentro del área de Croacia REUTERS

España careció de pegada, al igual que en el resto del campeonato, y acabaría pagándolo caro por una desgracia que ya queda grabada en la historia negra de la Selección. En el minuto 21, Pedri cede a Unai Simón desde el centro del campo y el portero del Athletic Club falla en el control y el balón termina besando la red. Ver para creer. El gol tonto de la Eurocopa superando incluso al de Dubravka

Mal Pedri por dar un pase fuerte y en dirección a portería y mal Unai Simón por un despiste así. El 1-0 dejó en shock a España y Croacia rozó el segundo gol en varias acciones. Los de Luis Enrique, muy tocados, comenzaron a dejar en los pies de Modric y Kovacic el timón del encuentro.

Sarabia lidera la remontada

Pero cuando peor estaba España, Rebic salió del campo para cambiarse las botas y la Selección aprovechó la superioridad para empatar. Jugada larga, con varios rechaces y que acabó en la pierna izquierda de Sarabia para que fusilara a Livakovic y pusiera el 1-1.

Sarabia, la mejor noticia de la Selección en la Eurocopa, volvió a ser decisivo en un momento crucial. El futbolista del PSG, además del gol, fue el más destacado en el tramo final de la primera parte. España creció, mientras Croacia esperaba las contras y los errores de Eric García. El central del Manchester City, casi inédito esta campaña, desentonaba en la alineación.  

En la segunda parte España siguió dominando con los centros de Ferrán Torres y los remates de Sarabia. La Selección gozó de varias oportunidades siguiendo este guion, pero lograría el 1-2 con otro rematador. Azpilicueta, que se había incorporado al ataque, cabeceó en la zona del '9' para poner por delante a los de Luis Enrique. 

Los jugadores de la Selección celebran el gol de César Azpilicueta a Croacia REUTERS

Tras el gol, Croacia se vio obligada a echarse hacia adelante y presionar más arriba a la Selección. Unai Simón se desquitó en parte de su error con una buena parada abajo a un tiro a bocajarro de Gvardiol. España ya no llegaba con tanta asiduidad al área balcánica y comenzaba a sufrir.  

Sin embargo, Croacia se quedó dormida en una acción y Pau Torres sacó en largo para ponerla perfecta a la carrera de Ferrán Torres. El valenciano ganó la partida a Gvardiol y batió por bajo a Livakovic. El 1-3 parecía ser la sentencia, pero el destino tenía preparado otro final para la Selección. 

7 minutos trágicos

Y es que a España le gusta vivir en el alambre y a falta de cinco minutos llegó el tanto de Orsic para hacer soñar a Croacia con el empate. El ojo de halcón fue el que concedió el gol al haberlo sacado Unai Simón desde dentro. Pase atrás de Modric y Azpilicueta consigue sacar en la línea el primer remate, pero ni el defensa ni el guardameta pueden hacer nada con el segundo de los croatas. 

Mario Pasalic celebra el gol del empate de Croacia ante España REUTERS

La pésima gestión de España en los últimos minutos propició el gran palo de Croacia en el minuto 92. Sale la selección balcánica con muchos metros por delante y el centro acaba cabeceándolo sin oposición Pasalic para poner el 3-3 y forzar la prórroga. Pau Torres llegó tarde y mal y los de Dalic no perdonaron. 

Los cambios dieron distinto resultado a Luis Enrique y al entrenador croata. Mientras España se vino abajo y le temblaron las piernas, los jugadores de refresco consiguieron cambiarle la cara a Croacia en los minutos decisivos. 

Y gol de Morata

El tiempo extra se convirtió en un intercambio de golpes continuo. Unai Simón se erigió en salvador al sacar una mano casi imposible para evitar un gol cantado de Kramaric. El portero del Athletic Club se ganó así el perdón completo de la afición.

Y de un señalado a otro. Un guion tan loco solo podía tener reservado el papel decisivo a Álvaro Morata. El delantero de la Juventus, en el minuto 100, recibió dentro del área, controló y rompió la pelota para matar a Croacia. La intensidad del ariete se vio así recompensada para olvidar la ocasión fallada ante Suecia y el penalti errado contra Polonia que tantas críticas habían levantado. 

Mikel Oyarzabal y Álvaro Morata, los goleadores en la prórroga, se abrazan tras el quinto gol de España REUTERS

Croacia volvió a arriesgar y a descuidar su retaguardia y Oyarzabal, en el minuto 103, finalizó una gran contra de España para poner los dos pies en los cuartos de final y sacar el billete para San Petersburgo (Rusia), donde se medirá al ganador del encuentro entre Francia y Suiza el próximo viernes a las 18:00. 

En la segunda parte de la prórroga, Budimir rozó un gol que hubiera vuelto a meter el miedo en el cuerpo a la Selección. Sin embargo, el destino ya estaba escrito y ni el partido más loco de la Eurocopa podía asumir un nuevo giro de los acontecimientos. España es equipo de cuartos de final. La Furia ha vuelto. 

Croacia 3-5 España

Croacia: Livakovic; Juranovic (Brekalo, 74'), Vida, Caleta-Car, Gvardiol; Modric (Ivanusec, 113'), Brozovic, Kovacic (Budimir, 79'); Vlasic (Pasalic, 79'), Petkovic (Kramaric, 46') y Rebic (Orsic, 67').

España: Unai Simón; Azpilicueta, Eric García (Pau Torres, 71'), Laporte, Gayá (Jordi Alba, 77'); Busquets (Rodri, 102'); Koke (Fabián, 77'), Pedri; Ferran Torres (Oyarzabal, 88'), Sarabia (Dani Olmo, 71') y Morata.

Goles: 1-0, 20' Unai Simón (p. p.); 1-1, 38' Sarabia; 1-2, 57' Azpilicueta; 1-3, 77' Ferrán Torres; 2-3, 85' Budimir; 3-3, 90+' Pasalic; 3-4, 100' Morata; 3-5, 103' Oyarzabal.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Brozovic (73') y Caleta-Car (83'), por Croacia.

Incidencias: encuentro de octavos de final de la Eurocopa 2020, disputado el Parken Stadion (Copenhague, Dinamarca) ante 25.900 espectadores, alrededor de 2.000 españoles.