La Gendarmería francesa habría detenido a tres miembros del grupo Ultras Sur en Niza antes del partido entre España y Turquía del grupo D. Los supuestos radicales llevaban una esvástica y estaban alrededor del estadio Allianz Riviera. Pero no son los únicos. Al parecer, los policías también habrían retenido a otros 11 aficionados españoles para evitar altercados.



Estos detenidos pertenecerían al grupo de 80 ultras españoles que habrían viajado a Niza sin entrada para unirse a grupos radicales franceses y enfrentarse con hooligans turcos. Dicha expedición, que acudió en un viaje propio, habría estado formada por ‘Suburbio’ -una escisión del Frente Atlético-, por ‘Blood and Honour’ y miembros de Ultras Sur que, por diferentes comportamientos violentos, no tendrían permitida su entrada a recintos deportivos.



Estos ‘hooligans’ españoles habrían sido localizados por el Centro de Cooperación Internacional, organismo destinado desde el principio de la Eurocopa a estudiar los movimientos de los ultras durante el torneo. Un dispositivo que incluye a 200 policías de 23 países que están tratando de minimizar y evitar que se repitan los lamentables incidentes de los primeros días en Marsella, cuando rusos e ingleses dejaron un balance de 35 heridos entre ambos bandos y 10 detenidos -muy pocos a juzgar por las imágenes que dieron la vuelta al mundo-.



El plan de los españoles habría sido unirse a otros radicales franceses que pertenecen al Olympique de Lyon y al PSG. Su objetivo, dicho llanamente, era pegarse con los aficionados turcos, que en los últimos días han estado exhibiendo por las redes sociales imágenes y vídeos en los que han estado enseñando puños, bengalas, botellas, barras de hierro y machetes con las que habrían planeado llegar a Niza, donde juegan España y Turquía.

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