Proeza, gesta, hazaña, reto histórico… Los adjetivos están ahí esperando para ser usados, para que el Sevilla los rescate este miércoles contra el Bayern de Múnich (20:45 horas). En realidad, no sería extraño que lo hiciera. En múltiples ocasiones, en Europa, ya se los ha quedado en posesión. Pero, ciertamente, esta vez se antoja algo más complicado. No por el resultado, sino por el escenario. El equipo de Vincenzo Montella necesita marcar dos goles como mínimo en el Allianz Arena para asegurarse la prórroga o clasificarse. Y, además, lo tiene que hacer en un estadio inexpugnable desde el 26 de marzo de 2017. Es decir, hace más de un año que el conjunto bávaro no cae en su casa. No sabe lo que es y quiere seguir perpetuando esa fortaleza en la Champions League.

En concreto, y por seguir desgranando datos, el Bayern, en las dos últimas temporadas, sólo ha perdido en dos ocasiones en su casa –ambas el curso pasado–: contra el Borussia Dortmund en las semifinales de la Copa alemana (2-3) y frente al Real Madrid en los cuartos de la Champions League (1-2). Nunca más. El resto de partidos, o los ha empatado o los ha ganado. Esta campaña, por ejemplo, se ha hecho con la victoria en 17 de los 19 partidos disputados en el Allianz Arena. En los otros dos, ha quedado en tablas (contra Hertha y Wolfsburgo).

Nzonzi y Ben Yedder celebran la victoria en Old Trafford. Reuters



A esta realidad se tendrá que enfrentar el Sevilla, que lo tiene todo en contra: juega fuera de casa y necesita remontar. El equipo de Montella, que hizo una muy buena primera parte en el Pizjuán, acabó perdiendo 1-2 en la ida con dos goles en propia puerta (uno de Jesús Navas y otro de Escudero). Es decir, necesita como mínimo ese resultado para forzar la prórroga. Y, además, se enfrentará a un Bayern que llega tras proclamarse campeón de la Bundesliga por sexto año consecutivo y que recupera a dos jugadores clave: David Alaba, recuperado de su lesión, y Tolisso, que también llega a tiempo. 



El Sevilla, a pesar de todo esto, confía en sus posibilidades. Por un lado, porque viene de dejar en la cuneta al Manchester United con un 1-2 en Old Trafford; y, por otra parte, porque el Bayern sólo ha visto pasar por el Allianz en Champions a un rival de entidad, el PSG (3-1). El resto, Anderlecht (3-0), Celtic (3-0) y Besiktas (5-0) son inferiores al conjunto hispalense. Y eso es en lo que se refugia Montella, que, tirando de sorna, también mira a aquellos choques contra Real Madrid y Borussia Dortmund para intentar dar la campanada.

El Sevilla debe remontar el 2-1 de la ida



Para ello, contará de nuevo con Banega –se perdió la ida– y con la única baja de Simon Kjaer, que se lesionó el pasado sábado contra el Celta (4-0). Con la obligación de marcar, de cambiar la cara de su equipo –que en Liga está lejos de la Champions y pende de un hilo de los de Europa League– y recuperar la imagen de los grandes días. En definitiva, con la necesidad de que su equipo sea el de las noches históricas, el de las hazañas, las gestas y las remontadas. Es decir, el Sevilla, el equipo que en los últimos años ha alcanzado cotas de excelencia continentales que han puesto Europa en pie. ¿Por qué no creer? Pues eso. 

Los jugadores del Sevilla celebran el pase a cuartos. Reuters

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