No cabe duda de que Pep Guardiola vivió una tarde-noche para olvidar este miércoles. Sobre todo, por la contundente derrota de su Manchester City ante el Liverpool (3-0) en la ida de los cuartos de final de la Champions. Pero también por lo sucedido antes del partido, cuando el autobús del City fue atacado por un grupo de aficionados locales mientras entraba en Anfield sin que la seguridad actuase.

El enfado del técnico catalán quedó claro nada más bajarse del autocar, cuando empezó a recriminar en voz alta, y de forma irónica, la actuación de la Policía. "¡Gracias por protegernos! ¡Muchas gracias!", repetía mientras saludaba a los agentes antes de pasar a las entrañas del estadio, como captaron las cámaras de GOL. "Agradezco lo que habéis hecho", dijo también.

Cuando estaba a punto de entrar en los vestuarios, Guardiola se desquitó por completo. "¡Vergüenza!", comentó entre dientes entonces. Su descontento había sido motivado por el lanzamiento de distintos objetos al vehículo en el que viajaba su equipo: botellas, latas, bengalas... De hecho, el City tuvo que pedir un nuevo autobús a la hora de salir del estadio por lo dañado que quedó el que se había utilizado para llegar al recinto.

Guardiola expresó su malestar al respecto de este tema también después del partido ("Esto no es el Liverpool"), mientras que Jürgen Klopp se encargó de pedir disculpas "en nombre" del club. A pesar de que el entrenador local reconoció que se había intentado "todo lo posible para evitar una situación así", los incidentes previos al encuentro sólo contribuyeron a dejar todavía más tocados a Pep y los suyos.

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